Entradas

Epílogo: ¿QUÉ PASÓ DESPUÉS? + Nota final

Bueno, pasaron los días. Pasaron las semanas. Los meses. Los años. Lucas cada vez se iba alejando más de mi vida. Pocos días después de que se marchara, seguíamos hablando, como amigos. Pero una vez… Perdimos el contacto. Pasados unos meses, nos hablábamos una de cada cien veces, y bueno, ¿sabéis alrededor de Noviembre del 2014 cuando llegaron las palomitas azules al WhatsApp? Pues un día… Me dejó en visto. Y dejamos de hablar. Para siempre. Sólo quedó un recuerdo y una persona inolvidable que me ayudó a cambiar. Alguien que me quiso de una forma muy distinta a cómo me quiso nadie nunca. Ahora os preguntaréis… ¿Qué pasó con el resto? ¿Cómo fue nuestra vida en los últimos años? Bueno, María y Antía siguieron y siguen siendo mis amigas. Pero de Aitana y los demás me alejé al cambiar de grupo. Fui conociendo gente nueva a lo largo de la carrera. En 2017, empecé el máster de Biología Marina. Allí, encontré a Tomás. Es mi novio actual. En poco tiempo, cumpliremo...

CAPÍTULO FINAL: 4 DE FEBRERO DEL 2014

Qué se siente al decir adiós… Adiós. Es una palabra tan dolorosa y fácil al mismo tiempo, siempre dependiendo de su contexto. Esta vez, me había tocado la parte complicada de decir adiós. Un adiós que era equivalente a un “nunca más volveremos a cruzar nuestras caras”. Cómo no iba a ser complicado. Pero más complicado era saber que la persona a la que decía adiós era a una de las personas que más había querido en toda mi vida. Estuve una semana en mi habitación de Coruña llorando. No lo estaba pasando bien. Sabela y Jesús venían a la habitación en ocasiones a animarme, y convencerme de que la vida debía seguir adelante. Pero la muerte de mi hermana y la marcha de Lucas me estaban quitando cada vez más las ganas de hacerlo . Pero fue Lucas el que me enseñó a seguir adelante. A luchar contra las adversidades. En cierto modo, si no lo hiciera , le estaría fallando… O eso creo. Creo que lo que más me dolía de decir adiós era saber qué pasaría conmigo y Lucas como amigos ...

6 de 6: 27 de Enero

Efectivamente, los cálculos del médico eran ciertos. Mi hermana murió el 24 de Enero, viernes, a las 11 de la noche. Una muerte prematura y lenta, en la cual mis padres y yo estuvimos a su lado y ella sufría en la camilla . Ella hablaba lentamente y cortante. Su corazón iba ralentizando su velocidad a ratos. Sus últimas palabras fueron “Álex se ha echado novia. Creo que ya no vale la pena torturarme más”. Mi madre estaba a punto de tomar aire para contestarle, pero vimos como ella cerró los ojos en ese momento y, poco a poco, iba dejando de respirar. Su corazón dejó de latir. Ahí, cerré los puños y miré hacia abajo, tragando saliva y mirando para su preciosa cara, consumida por un tardío fallecimiento de un alma que sólo había vivido un cero coma uno por ciento de su vida. Afortunadamente, había acabado los exámenes. Con lo cual, debía aprovechar para estar en Muxía. La llevaron al tanatorio esa noche, y el Lunes 27 la enterraríamos. No lo estaba pasando bien, ni siquiera un poqu...