EL BOTO: CAPÍTULO 13
(16 de Junio. Puerto de Borba.
Los chicos habían salido de nuevo a pescar con el Tío António y el pescador Zé Fernandez. Habían pescado bastantes peces, pero todavía no eran suficientes para montar la pescadería.
Luca estaba con el pescador y con Vera frente al timón del barco. Le estaban preguntando cosas sobre su trabajo)
LUCA: ¿Cuánto llevas currando en esto?
ZÉ: Ay, menino… Mi amor por la pesca me viene de familia. Durante años, aún cuando Brasil no tenía suficiente economía, mi padre me llevaba en su barca a pescar todas las mañanas. Yo sólo era un niñito de 4 años, pero ya sabía manejar la caña mejor que nadie del pueblo. Y todo gracias a él…
VERA: ¿Enserio? Tu amor por la pesca es real, entonces
ZÉ: Si… Mi padre pescaba muchísimo. Él soñaba con abrir un gran negocio de pescado e importarlo a un montón de países, en especial los países de Europa.
LUCA: ¿Y lo consiguió?
ZÉ: (Baja la cabeza, sosteniendo el timón) No…
LUCA: Oh…
VERA: ¿Qué le pasó?
ZÉ: Cuando estaba tan cerca de conseguir su objetivo, él cayó enfermo… De una enfermedad muy grave. Él fue fuerte, y soñaba con recuperarse pronto… Pero no tuvo suerte. Cuando él murió, yo sólo tenía 7 años. Me quedaba toda una infancia con él…
LUCA: (Tocándole el hombro) Zé… Lo siento mucho
ZÉ: Da igual… Pero practiqué y practiqué en la pesca durante años. Estaba tan obsesionado con ella que hasta mis compañeros del colegio se reían de mí… Pero me daba igual. Debía salir adelante, y lo conseguí. Cuando cumplí los 20 años, me fui a vivir a Rio, monté mi empresa y mi fama se disparó
VERA: (Sonríe) Tu padre estaría orgullosísimo de ti
LUCA: Seguro que te mira sonriendo desde el cielo
VERA: (Apoyando su brazo en su hombro) ¿Sabes qué montaste tu empresa cuando yo nací?
ZÉ: ¿En el 1991?
VERA: Si
ZÉ: Siempre está bien saberlo… Quizá por algo te guste tanto
VERA: (Se ríe)
LUCA: (Pensativo, mira para el mar y luego mira para él) ¿Y tu mujer?
ZÉ: (Suspira) No me la recuerdes, Luca… La conocí en Rio. Se enamoró de mí y nos hicimos novios en 1993, cuando yo ya era famoso en Brasil. Nos casamos en el 98 y, en cuanto hicimos tal, supe que tenía que enseñarla a pescar. Con lo cual, la llevé a Borba a vivir conmigo. Éramos muy felices, pero un año después…
LUCA: Apareció el boto…
ZÉ: Si. Tuvo un romance con ella. Después de 6 años de relación, ella tuvo sexo con él a mis espaldas. Pero eso no es lo peor…
VERA: ¿El hijo del boto?
ZÉ: No, peor. Ella se enamoró de él
LUCA Y VERA: (Al mismo tiempo) ¿QUÉ?
ZÉ: Y no sólo se enamoró de él, si no que se tiró al río para buscarle y se suicidó…
LUCA: No puede ser…
ZÉ: Encontraron su cuerpo días después. Yo no sabía nada. La buscaba y la buscaba, pero no la encontraba… Los médicos la trajeron hasta mi casa. Y poco después, la señora del pueblo me dijo que la había visto con el boto y que no quería decirme nada por miedo a como podía haber reaccionado… Tuve depresión durante cuatro años y me alcoholicé de forma crítica.
VERA: Zé… Es horrible, no sabía nada… Es decir, sabía que había muerto, pero no esto…
LUCA: Lo siento, de verdad te lo digo…
ZÉ: Nunca di un comunicado público al respecto, no me veía por la labor. Pero ya pasó. (Mira para el frente) Seguiré con mi trabajo mientras pueda
(Luca y Vera se miraron, devastados por la historia que acababan de oír, pero no dijeron nada más. Luca empezó a mirar al mar y Vera miró al frente con Zé.
Por otro lado, Fabio decidió preguntarle al Tío António si podía tirarse de cabeza al río)
FABIO: Tio António, posso tirar-me ao rio?
TIO ANTÓNIO: Sim, mais tem cuidado, rapaz, é muito perigoso
FABIO: Vale (Se da la vuelta) Escuta, pode vir o Luca comigo?
(Luca lo oye todo desde la punta del barco, ya que no estaba muy lejos de Fabio. Lo mira, indignado)
LUCA: Tío, NO
FABIO: Venga ya, tío, eres un aburrido, tírate al agua conmigo, que lo pasaremos bien…
LUCA: Pero… Es que hay animales raros
FABIO: Pf, lo dices como si el boto te fuera a tocar a ti también… (Lo arrastra del brazo) Venga, bro, vamos
LUCA: Uf… Está bien, pero sólo un rato (Mira para el Tío António) Cuida da Giulia e da Lia, volveremos pronto. E comenta-lhe a tua sobrinha que quero comer sardinhas com ela na sub-estrutura do bote
TIO ANTÓNIO: De acordo
(Luca y Fabio se tiraron de golpe al río desde el barco.
Empezaron a nadar por las profundidades del río. Luca miraba con sorpresa a la cantidad de peces que había bajo el mar. Miraba para ellos evitando a los peces más peligrosos como las pirañas. Algunos trataban de jugar con él rodeándolo y divirtiéndose, y Luca estaba pasando un agradable momento, ya que no veía peligro ninguno entonces. Fabio estaba haciendo eses mientras nadaba e iba bastante más adelantado que Luca, ya que éste estaba ocupado jugando con los peces.
Pero de repente, vio un delfín mirar para él. Era un delfín rosa. Evidentemente, era el boto cor-de-rosa.
Luca miró para él, ya que éste le miraba con mucha atención. Se empezó a reír)
LUCA: A ver, tremendo hijo de puta. ¿Qué me vas a hacer? ¿Resulta que ahora eres bisexual y me he perdido algún capítulo de tu leyenda?
(El delfín no hizo ningún ruido y empezó a nadar hacia Luca con gran velocidad. El muchacho no podía entender nada y empezaba a estar preocupado de verdad. El boto lo persiguió por todo el río y aunque Luca nadó y nadó con gran velocidad para evitar que se le echase encima, no pudo conseguir escapar de él. El delfín terminó acorralándolo. En cuanto lo tuvo frente a él, aprovechó el momento para morderle las piernas con sus afilados dientes.
Luca se empezó a asustar y a gritar con fuerza)
LUCA: ¡FABIO! ¡SOCORRO!
(Fabio lo oyó y salió nadando hacia él, sin tener idea de lo que acababa de pasar.
Pero en el barco también lo habían oído. Vera fue la primera en darse cuenta)
VERA: ¿Habéis oído eso?
GIULIA: (La mira) Si…
VERA: Luca… No… (Se tira al río de golpe)
TIO ANTÓNIO: Onde vai, sobrinha?
VERA: Luca está em perigo, tenho que ir por ele
ZÉ FERNANDEZ: Vou com você! (Se tira al agua)
(La chica y el pescador empezaron a buscar a Luca por todo el río. Lo buscaron y buscaron, y se cruzaron con Fabio)
VERA: ¡Fabio! ¿Has visto a Luca?
FABIO: No, aún lo estoy buscando… Estoy preocupado
LUCA: (Demuestra que los ha escuchado) ¡CHICOS, ESTOY AQUÍ ABAJO!
VERA: ¡YA VAMOS!
(Nadaron hacia abajo a la velocidad de la luz. Cuando estuvieron cerca y lo vieron, llevaron una gran sorpresa. Luca seguía siendo mordido y a la vez golpeado por el boto en una esquina del río. El animal estaba haciendo cuanto era posible para “luchar con él”. Fabio, Vera y Zé no podían entender nada)
VERA: El… El boto…
FABIO: ¡TENEMOS QUE SACARLO DE AHÍ!
(Siguieron nadando velozmente hasta que se cruzaron con él en la esquina indicada. El animal estaba a punto de clavarle los dientes en la barriga. Vera se asustó y nadó hacia él. Antes de que el delfín mordiera a Luca, la chica lo cogió de la camiseta y lo subió hasta arriba.
Luca miró para arriba sin saber quién le había rescatado y sonrió en cuanto vio que se trataba de Vera)
LUCA: Gracias, Vera… Te debo una…
VERA: (Sonríe también y mira para Fabio y Zé) ¡VAMOS, NADAD HACIA ARRIBA Y BUSCAD EL BARCO! YO YA TENGO A LUCA
(Fabio y Zé empezaron a nadar hacia arriba y Vera cogió la mano del italiano, también impulsándose hacia arriba.
En cuanto llegaron al barco, empezaron a petar en la parte de abajo implorando que los subiesen)
VERA: Tío António! Tio António por favor!
LUCA: Já estamos aqui!
(El tío António los escuchó al momento y sacó una escalera grande con la cual podrían subir. Al momento, cogieron la escalera y subieron hacia arriba de uno en uno, para evitar que la escalera se rompiera y alguno quedara en el agua.
Luca fue el último en subir al barco. Subió y se tumbó en el suelo creyendo que se moría de miedo y escupiendo todo el agua que acababa de tragar.
Lia y Giulia salieron corriendo hacia él preocupadas)
GIULIA: ¿Estás bien?
LUCA: Si, más o menos
TIO ANTÓNIO: Que foi? Por que gritava você?
ZÉ FERNANDEZ: O boto…
LOS TRES A LA VEZ: O BOTO?
VERA: Sim, ele foi atacar-lhe e morder-lhe… Acho que é porque intenta sempre ajudar à Giulia
ZÉ: Esse animal é um verdadeiro perigo… Para todos…
LIA: ¿Te hizo mucho daño, Luca?
(Luca no articuló palabra y, terriblemente escocido por el dolor de las heridas, enseñó sus piernas y los moratones de sus brazos)
GIULIA: No me lo puedo creer… (Le toca el brazo)
LUCA: ¡AY! No me toques, Giulia, que me duele
VERA: Escuchad, chicos, ahora mismo vamos a dejar el barco en el puerto y vamos a ir hasta la cabaña para llamar al servicio médico. Tenemos que llevar a Luca al hospital…
LUCA: Deja, Vera, estoy bien…
VERA: No, Luca. No pienso dejar que estés así. Te atenderán en el hospital, te darán vendas adecuadas y estarás cómodo. No te preocupes por nada
FABIO: Vera tiene razón, Luca…
LUCA: (Suspira a regañadientes) Está bien… (Se levanta) Vamos
VERA: Zé, leva-nos para à casa
ZÉ: Como você goste
(Y al momento, movió el timón hacia el otro lado en dirección a la orilla del río, hacia la playa. Luca se acostó en el suelo del barco aún sin poderse creer lo que le acababa de pasar y terriblemente escocido por las heridas que el boto había hecho en su cuerpo)
Comentarios
Publicar un comentario