EL BOTO: CAPÍTULO 14
(Pasaron unas horas. Luca estaba acostado en el sofá, todavía consumido por las heridas que el boto le había dejado en aquella encarnizada pelea. Acababan de llamar al servicio médico para que le atendiera dentro de la casa.
Los chicos miraban para él sentados en las escaleras, preocupados. Tereza y Vera andaban de un lado para otro, buscando vendajes y pomadas con el fin de calmar el dolor. Vera se agachó al lado de Luca para mirarle las heridas y echarles pomada. En un momento dado, apretó un algodón con alcohol en una de ellas)
LUCA: ¡AY!
VERA: ¿Quieres dejar de ser tan quejica? Ni que doliera tanto
LUCA: Doler no, pero escuece…
VERA: Por favor, tienes que estar tranquilo y mantener la compostura. El servicio médico llegará en un abrir y cerrar de ojos.
TEREZA: Eu recomendo-lhe que feche os olhos um pouquinho e não pense na dor. Será melhor para você
LUCA: Tem ração… Eu vou tentar…
(Luca cerró los ojos un rato. En ese momento, el servicio médico había llegado.
Una doctora que aparentaba unos treinta años de edad se presentó en la casa. Era morena, ojos claros y tez muy blanca, con gafas y cola de caballo. Tenía ademán de mujer de un anuncio de óptica o bien de dentista, debido a que sus gafas eran luminosas y de colores vivos y su dentadura era perfecta, así como se notaba en su sonrisa.
La mujer se acercó a Vera y a Tereza y miró al chico de arriba a abajo)
DOCTORA: Contem-me. Que lhe sucedeu ao garoto?
TEREZA: Um golfinho mordeu-no esta tarde. Por todas as partes do corpo. Observa-se que cravou muito profundamente os seus dentes
DOCTORA: (Se aproxima a Luca, que está dormido, y lo observa más de cerca con detenimiento) Sim, são mordeduras. Isto deve curar-se com umas pomadas especiais para conter mordeduras de animais
VERA: Eu posso mira-las?
DOCTORA: Sim, agora as ensino (Saca una serie de botes de su botiquín) Isto é uma crema especial para conter as mordeduras de animais com muitos dentes, já sejam cães, gatos ou neste caso golfinhos.
TEREZA: Como se usa?
DOCTORA: Você tem que aplicar a crema encima das feridas do corpo do afetado. Depois, deve deixar que a crema esteja colocada lá num período de 1 hora. Finalmente, há que botar água na crema da zona afetada. Está bem?
TEREZA: Bom. Muito obrigado
VERA: (Saca dinero de su cartera) Quanto é?
DOCTORA: Bastam-me 15 dólares
VERA: Ótimo (Le da la cantidad estimada que la doctora le ha dado)
DOCTORA: (Le pasa la crema al momento) Lembrem. Uma hora no corpo do garoto. Não pode estar nem mais nem menos
(Después de que le dieran las gracias, la doctora se fue por la puerta.
Luca se había quedado dormido. Vera le petó en el hombro y lo despertó enseguida)
LUCA: (Se sobresalta) AH. ¿QUE PASÓ?
VERA: Luca, tranquilo, soy yo, Vera… Escucha, la doctora me ha dado esto. (Le enseña la crema) Lo untaré por todo tu cuerpo y tienes que estar una hora en el sofá hasta que seque. ¿De acuerdo?
LUCA: ¿Una hora? ¿Cómo voy a aguantar en el sofá una hora?
FABIO: Tío, acabas de estar sobadísimo.
GIULIA: Podrás aguantar una hora más durmiendo, ¿no?
LUCA: Si… Bueno…
VERA: Te lo untaré y puedes dormirte ya en ese momento. Sonará la alarma cuando haya terminado y tú despertarás justo a tiempo para que te lavemos. ¿Está bien?
LUCA: ¿Lavar de qué? ¿Qué soy, un perro?
GIULIA: Ay, cállate, mira que eres dramático
VERA: Luca, duérmete…
LUCA: (Suspira) Está bien…
(Luca posó al momento la cabeza en el respaldo del sofá y Vera empezó a aplicarle la crema encima de su cuerpo. Los italianos subieron a las habitaciones para darle un poco de privacidad mientras dormía. Vera se quedó con su madre y dándole de comer a su hijo mientras Luca no se despertaba y la alarma no sonaba.
Pero, sin comerlo ni beberlo, Luca se encontró de nuevo en el puerto de Borba. No podía entender nada. El puerto estaba más melancólico y con menos vida que nunca y lo único que hacía era observar a su alrededor la tristeza y la escasez de gente que había. Sólo algunos pescadores en la orilla. El tiempo era nublado y oscuro, como un día de otoño cercano a invierno.
De repente, alguien le tocó el hombro. Se giró. Era Zé)
ZÉ: ¿Quieres ir a pescar?
LUCA: Vale… Supongo que sí, ¿no?
(Zé llevó a Luca en el barco. Pero no era el barco de siempre. Era un barco más pequeño, de distinto color, y medio roto en una esquina. Luca no creía que fueran a aguantar encima del barco mucho tiempo. Sin embargo, contra todo pronóstico, el barco arrancó a una gran velocidad, incluso mayor que la de un yate. Habían pasado 15 minutos y ya habían pasado el Río Madre de Dios, y sin comerlo ni beberlo, estaban en Rio de Janeiro.
Luca no entendía nada. Llevaban un montón de tiempo en el barco y no habían pescado ni un sólo pez. Luca se dirigió a preguntarle. Pero no lo vio en el timón. Extrañado, miró para atrás y lo encontró allí. Estaba tratando de violar a Giulia, la cual estaba atada en un poste que había salido de la nada.
Luca estaba terriblemente asustado)
LUCA: Zé… ¿Qué haces…?
ZÉ: Não sou Zé…
(Al momento, la figura de Zé se giró. No había sorpresa alguna. Era el Boto. A pesar de no haberlo visto nunca, pudo reconocer que era él por su malvada sonrisa.
Luca se asustó muchísimo. El boto lo miró fijamente. Éste se acercó rápido hacia él y, a medida que se acercaba, su cara iba cambiando a la de un delfín. En cuanto estuvo frente a Luca, se transformó en delfín por completo y abrió su boca ya que estaba a punto de comérselo.
Pero cuando Luca creía que el animal ya lo había tragado, se levantó del sofá, gritando con fuerza:)
LUCA: ¡VERA SOCORRO!
VERA: (Desde atrás) ¿QUE?
(Luca miró alrededor suya. Estaba de nuevo en la sala. Era un sueño.
Intentó levantarse, pero Vera le pidió que se detuviera, que la crema no había terminado de secar porque no había pasado ni media hora)
LUCA: ¡Vera, el boto, estaba ahí, me iba a comer, yo no quería, pero él estaba, y estaba violando a Giulia, y estaba disfrazado de Zé, me llevaba hasta Rio y yo…!
VERA: (Le habla mientras él sigue contando el sueño) Luca, mantén la calma, por favor…
LUCA: Yo estaba muy asustado, creí que pescaríamos, pero es que aún así… (De repente, mira a Tereza. La ve completamente alterada, con el pequeño Miguel en brazos) ¿Qué le pasa a tu madre?
TEREZA: (Llorando) AY MINHA VIDA. MEU PAI. QUE POSSO FAZER? QUE FAREI? NÃO SEI JÁ, NÃO SEI…
(Vera miraba para ella a punto de llorar y Luca la miró con incertidumbre)
LUCA: Vera, ¿qué pasa?
VERA: (Llorando de verdad y secándose las lágrimas) Te lo quería decir cuando despertaras…
LUCA: ¿Pero qué pasó?
VERA: Luca… Mi abuelo ha muerto hoy en el hospital
LUCA: ¿¡QUÉ!?
VERA: No ha logrado recuperarse de este ataque… Han intentado reanimarlo y hacer de todo, pero no lo han conseguido…
LUCA: No me lo puedo creer…
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