EL BOTO: CAPÍTULO 22
(21 de Junio por la noche.
Luca había salido de la casa un momento para dar un paseo. Llevaba consigo los cascos y estaba escuchando “Can’t stop the feeling” de Justin Timberlake. Quería dar una agradable vuelta, sin pensar en absolutamente nada)
LUCA: Nothing I can see but you when you dance dance dance good good creepin up on you so just dance dance dance all those things I shouldn’t do but you dance dance dance ain’t nobody leavin’ soon so keep dancing…
(Pero mientras cantaba tranquilamente, tenía detrás suya a un hombre al cual él, sin saberlo, conocía. Era ni más ni menos que el boto. Éste lo miraba con maldad, sonriendo con su tenebrosa sonrisa. Tenía malas intenciones con Luca, aunque éste lo desconociera.
Luca se iba acercando a él sin saberlo)
LUCA: I CAN’T STOP THE FEELING… So just dance dance dance I CAN’T STOP THE FEELING… So just dance dance dance (Se pone detrás del boto, a menos de un metro de él, mirando para atrás y desconociendo que esté ahí) I CAN’T STOP THE FEELING… So just dance dance dance… I CAN’T STOP THE FEELING (Se da la vuelta de golpe) So keep danc- (Ve al boto mirarle con maldad y pega un grito)
BOTO: Hola, Luca
LUCA: (Se aleja lentamente) ¿Qu-Quién eres y cómo sabes mi nombre?
BOTO: Parece mentira que no me reconozcas. Tú y yo nos hemos visto las caras
LUCA: Pues no… (De repente, cae en la cuenta tras unos segundos pensando) Un segundo… ¡Tú eres el tío que Fabio y yo conocimos en aquel pub cuando estábamos borrachos! Ese que no paraba de ganar todos los juegos de cartas y que por mucho que bebiera no se emborrachaba
BOTO: Si… Soy yo…
LUCA: ¡Buah, tío, eres mi ídolo! Dime, ¿cómo lo haces? ¿Cuáles son tus trucos? Y ahora que lo pienso, eres italiano, ¿no? Porque no me di cuenta cuando te conocí que tú hablabas muy bien italiano, ¡seré tonto!
(Luca se empieza a reír descontroladamente. El boto lo cogió del cuello sin dejar que se riera, lo acorraló frente a un árbol y lo miró amenazante. El joven no era capaz de entender nada)
LUCA: (Apenas sin poder hablar) Tío, ¿pero qué haces…?
BOTO: Mira, Luca, no voy a dejar POR NADA DEL MUNDO que me estropees los planes. Te tengo echado el ojo y estaré pendiente de ti hasta que te pires. A ver si te enteras de que aquí no hay sitio para los dos.
LUCA: A ver, a ver, suéltame un minuto y hablamos mejor… (El boto lo suelta y él cae en el suelo, tosiendo tras los efectos del estrangulamiento) ¿Por qué me amenazas? ¿Qué te he hecho yo?
BOTO: (Gira los ojos) No puedo decirte nada al respecto
(Luca se quedó mirando para él, dudoso. Empezó a atar cabos tras que el hombre le dijera eso. Se acordó de las veces que salvó a Giulia del boto en su estado como delfín y de cómo éste trató de pelear con él también en su silueta de delfín. En cuanto se dio cuenta de todos esos detalles, ató todos los cabos y descubrió quién podría ser ese hombre. No se cortó un minuto e intentó averiguarlo)
LUCA: Espera… (Lo mira amenazante) Sé quien eres…
BOTO: (Mira a Luca dudoso y vuelve a girar los ojos) No. No lo sabes.
LUCA: (Sigue mirando amenazante y enfadado) Quítate el sombrero
BOTO: ¿Qué sombrero? (Sonríe con inseguridad) No sé de qué hablas…
LUCA: (A regañadientes y muy cabreado) QUITATE… EL… SOMBRERO…
(El boto sintió miedo y, sin decir palabra, se levantó el sombrero de su cabeza, sonriendo inseguro. Luca lo vio todo. Ya no sólo se percató de la mirada de maldad que llevaba reflejada en sus grandes y negros ojos, si no que también pudo ver la cabeza del hombre, de la cual salió un chorro de agua. Un chorro de agua como el que le sale a cualquier delfín de su particular agujero para poder respirar. Luca, amenazante, le hizo un gesto para que bajara la cabeza y él, también inseguro, bajó la cabeza y mostró su agujero.
En cuanto el chico lo vio, no pudo soportarlo y se abalanzó encima de él)
LUCA: ¡TÚ!
BOTO: ¿Qué?
LUCA: Mira, bicharraco de mierda, YO TE MATO, TE LO JURO.
BOTO: (Ríe inseguro) Podemos hablarlo…
LUCA: ¿QUÉ COÑO QUIERES DE MI? ¡DÍMELO!
BOTO: ¡Quiero que dejes a Giulia! ¡ES MÍA!
LUCA: O sea, ¿que por eso vas a por mí? ¿POR GIULIA?
BOTO: Creí que había quedado lo suficientemente claro ya
LUCA: Mira, vamos a aclarar un par de cositas: Primero, tu Giulia no me interesa. No quiero nada de ella. Pero es mi AMIGA, y mi deber es AYUDARLA. Ayudarla de un ser COMO TÚ, porque lo creas o no, ella te tiene miedo. Y segundo, atacas a todas las mujeres que te gustan y les arruinas la vida, ¿y tienes los cojones de dirigirte a mí como si yo las molestara?
BOTO: Está bien, tú te lo has buscado…
(El animal cogió una lanza puntiaguda y la puso delante de Luca, amenazándole con clavársela pero sin hacerlo. Luca se quedó aturdido mirando para él mientras que el boto ponía una cara amenazante y malvada. En cuanto vio que Luca no hacía nada ni se inmutaba, se empezó a reír a carcajadas)
LUCA: ¿Se puede saber qué coño te pasa ahora?
BOTO: Parece mentira, Luquita… Parece mentira que te quedes aquí quieto sin hacer absolutamente nada.
LUCA: ¿Y?
BOTO: ¿Qué te pasa? ¿Acaso tienes algún plan de súper héroe que va a acabar conmigo y me va a matar de tal forma que vaya a desintegrarme y desaparecer hasta el fin de los tiempos para no molestar a nadie? Ay ay ay, ¿tú que crees que es esto? ¿Una película de Disney? (Se ríe) Venga, admítelo, sé que me tienes miedo…
LUCA: No
BOTO: Pero vamos a ver, tienes que tenerme miedo, soy un animal letal que te puede hacer daño en una milésima de segundos…
LUCA: Tío, eres un puto animal mamífero que se pasa la vida en celo. Tengo un perro follapiernas (Le aparta la lanza del medio de su cuerpo) Además, esta lanza no es ni el doble de puntiaguda de lo que son otras lanzas que tengo visto por aquí. Hubieras buscado algo mejor. Se siente.
BOTO: Vale, pues venga. Sorpréndeme. Defiéndete. O por lo menos dime, ¿qué pretendes hacer conmigo? ¿Me vas a matar?
LUCA: Pues mira, posiblemente
BOTO: ¿Acaso no soy un simple animal en celo? No deberías matarme sólo por eso…
LUCA: No es sólo por eso, amigo mío. Es porque le has arruinado la vida a mis amigas y a otras mujeres.
BOTO: (Ríe) ¿Ah, sí? ¿En qué forma?
LUCA: Giulia quiere abortar y necesitamos dinero para ayudarla. Lia se suicidó. Y por si fuera poco, la familia de Vera no tendría donde caerse muerta si no fuera porque su madre trabaja en Europa y su tío pesca, cuando antes de que tú aparecieras eran prósperos. Les has arruinado la vida, y como la de ellas, las de muchas otras mujeres. Y lo vas a pagar
BOTO: No te las vas a coger, saludos
LUCA: ¡YO TE MATO!
(Luca se tiró encima de él y empezó a luchar contra él de forma seria. Empezaron en una lucha cuerpo a cuerpo en la que ninguno requería de ningún arma. Una lucha parecida a la que tuvieron en el mar, cuando el boto no era más que un delfín y Luca un chico indefenso que no entendía nada. Pero esta vez, Luca sabía a lo que se enfrentaba. Y pensaba acabar con él.
Después de cinco minutos peleando, el boto lo tiró al suelo y lo miró con furia)
BOTO: Está bien, ¿quieres que te demuestre que soy letal…? (Se tira encima de él cuando éste ya está indefenso) Bueno, ¿por qué no repetimos esa peleíta en el río, donde lo pasamos tan bien…?
LUCA: No, por fav-
(Antes de que terminara, el boto le mordió la pierna hasta que Luca pegó un grito. Empezó a morder todo su cuerpo y a torturarle con sus afilados dientes, los cuales aún tenían fuerza a pesar de estar en su forma humana. Luca no podía aguantar más. Creía estar muriéndose de dolor y estaba indefenso, sin tan siquiera saber cómo defenderse. El dolor de las mordeduras y las palizas que el animal le pegaba en su forma humana eran mucho más fuertes de lo que él creía.
En cuanto el boto terminó de pegarle, lo dejó malherido y salió corriendo de allí, con su particular forma de correr propia de un delfín en la que daba saltitos. Luca se quedó quieto sin decir palabra. Lo único que salía de su boca eran grititos inútiles de dolor que ni él era capaz de soltar.
Estuvo allí un rato. Para su suerte, Vera pasó por delante pasado ese rato. En cuanto lo vio así, se acercó a él, muy asustada)
VERA: (Corriendo hacia él) ¡LUCA!
(Se quedó mirando para él, el cual estaba aún gritando de dolor inútilmente. La chica le tocó el cuerpo y las heridas que éste tenía muy cuidadosamente. Luca todavía no podía articular palabra. Miró para ella, sonriendo)
LUCA: Vera…
VERA: ¿Quién te ha hecho esto?
LUCA: El… El boto…
VERA: ¿El boto?
LUCA: Se ha escapado… (Señala hacia la dirección en la que el animal se fue) Se ha escapado por ahí…
(Vera miró hacia esa dirección y vio como el boto todavía corría. Lo miró con furia e impotencia)
VERA: Te odio, maldito… TE ODIO (A Luca) Lo siento mucho, siento que haya pasado esto, si yo pudiera…
LUCA: (La mira) Vera, abrázame, por favor…
VERA: Claro…
(Vera se acercó a Luca y lo abrazó con fuerza. Éste empezó a llorar en los brazos de ella, muerto debido al dolor, al susto y al shock. Después de un rato abrazándose, Vera cargó con él y se lo llevó de vuelta a la casa)
***
(En la casa, Vera le estaba prestando atención a todas las heridas de Luca y tratando de curárselas lo mejor posible. Ella estaba de rodillas en el suelo mientras que él estaba acostado en el sofá)
VERA: ¿Te duele?
LUCA: (Respirando profundo) Un poco…
VERA: No te preocupes, todo está bajo control (Le pone una venda) Verás como en un rato esto deja de dolerte
(Luca estaba callado, mudo. No sabía qué decir. Estaba sorprendido ante el hecho de que Vera lo estuviese ayudando de esa forma, aún después de que él le dijera a Giulia que la quería delante de ella. Él estaba convencido de que sus sentimientos románticos por Giulia ya no existían y que ahora mismo quién le gustaba era Vera. Pero no sabía cómo explicárselo. Nunca en estos días supo como explicárselo. Triste ante la situación, empezó a lagrimar, no queriendo mirar a Vera)
VERA: (Extrañada) Luca… ¿Qué te pasa? ¿Estás bien?
LUCA: Lo… Lo que dije aquella noche… La noche de la muerte de Lia…
VERA: ¿El qué?
LUCA: Vera, yo no estoy enamorado de Giulia como tú crees.
VERA: (Baja la cabeza) Yo siempre lo supe
LUCA: Pero…
VERA: (Habla mientras le limpia la herida) Desde que os conocí. Veía como la mirabas. Como andabas detrás de ella. Lo sospeché desde el principio. Cuando me lo dijiste, ya no sólo no me sorprendí, si no que me jodió, ¿y sabes por qué?
LUCA: Por… ¿Por qué es?
VERA: Porque me gustas, Luca. Y por un momento, estaba viendo que tú estabas desencantándote de Giulia y enamorándote de mi, e incluso tenía ilusión de ello. Pero bueno, veo que me equivoqué…
LUCA: (Suspira) No, Vera… No te equivocaste.
(Vera sube la cabeza y mira para él, sonriendo y también lagrimando. Él le sonrió al momento)
LUCA: Vera, tú me gustas desde el primer día… Sólo que mi obsesión con Giulia no me dejaba verlo. Cuando te conocí a fondo y empecé a hablar y pasar tiempo contigo fue cuando decidí cortar de raíz lo que sentía por ella.
VERA: Pero Luca, estabas siempre pendiente de ella… Siempre la mirabas
LUCA: No sé que viste cuando empezó el viaje, pero yo lo único que sé en ese momento es que estaba obsesionado. Y punto. Giulia es mi mejor amiga, lo debió ser desde que la conocí, y siempre lo será
VERA: ¿Entonces aquel “te quiero”?
LUCA: (Se ríe mientras le toca la cara suavemente) No seas tonta… Yo le intenté decir todo el tiempo que la quería como mi amiga, y que le tenía un cariño incondicional. La conozco desde hace tres años, es imposible que no la quiera ni tan siquiera un poquito. ¿Pero tú? Tú eres una diosa, y me gustas mucho. No tienes idea de cuánto
(Vera bajó la cabeza, completamente sonrojada. Luca la miró sonriendo y le levantó la cabeza, cogiéndole de la barbilla. Vera lloraba mientras lo miraba)
LUCA: ¿Te puedo dar un abrazo?
(Vera asintió con la cabeza y se sentó en el sofá con él, para luego abrazarlo con fuerza. Luca comenzó a jugar con los tirabuzones de su pelo mientras la abrazaba. Poco después, se besaron, dándose un beso largo. Después de un rato así, Luca la llevó consigo hacia sus rodillas, donde ella puso su cabeza. Ella miraba hacia arriba para él mientras él, sonriendo, seguía jugando con su pelo. Empezaron a hablar del tema del boto)
LUCA: De verdad, ese animal está loco. Si tuvieras que ver cómo me mordió…
VERA: Entiendo… ¿Pero tú que quieres hacer?
LUCA: No te lo había contado hasta ahora, pero he hablado con Zé y con tu tío.
VERA: Oh, guay. ¿Habéis llegado a algún acuerdo?
LUCA: Si… Hemos hablado con algunos aldeanos del pueblo. Todos fueron víctimas del boto en mayor o menor medida
VERA: ¿Qué aldeanos? Quizá conozca alguno.
LUCA: El primo de Zé, que se llama Tulio, un tal Luis, una chica llamada Micaela con un hijo de nombre Froilán que tiene aproximadamente nuestra edad, y Sandra, la hija de Luis, que tiene un hijo así adolescente llamado Tristán. Tanto el hijo de Micaela como el de Sandra son hijos del boto, al igual que Miguel.
VERA: Sandra es amiga mía, y su hijo también intentó violarme
LUCA: Dios mío…
VERA: Ya ves. Ese animal es terriblemente peligroso, y todos los hijos del boto acaban igual. Bueno, al grano, ¿qué teníais en mente?
LUCA: Puede que te parezca una locura, pero nos hemos puesto de acuerdo en todo el daño que ese animal nos haya hecho y… Bueno…
VERA: ¿Qué?
LUCA: …Vamos a matar al boto
(Vera no dijo palabra. Al momento, se levantó del regazo de Luca y se quedó sentada en el sofá, mirando para él parada. Él se quedó callado y aturdido. No era capaz de detectar si la reacción de Vera era buena o mala y quiso salir de dudas)
LUCA: ¿Qué pasa…? ¿Estamos cometiendo un error o algo…? Todo… ¿Todo bien, Vera?
VERA: Cuenta conmigo…
LUCA: Eh… ¿Perdón?
VERA: ¡CUENTA CONMIGO! (Se levanta del sofá) Es lo que mucha gente lleva años intentando. Hizo daño a un montón de gente, y tenemos que actuar contra ello. ¡Vuestra idea es genial!
LUCA: Pensé que reaccionarías de otra forma… (Se levanta con ella y le coge de las manos) Entonces, ¿está bien?
VERA: Está perfecto. Además, yo creo que a Giulia le debes una. Estás demostrando amistad incondicional con esto
LUCA: Es lo que más quiero hacer ahora mismo…
(Vera, entusiasmada, abrazó al chico y él se lo devolvió con ahínco. Estuvieron un buen rato abrazándose y Luca estuvo dándole besos a Vera. Hasta que, en un momento dado, Tereza entró por la habitación)
TEREZA: Ouvi “matar ao boto”?
LUCA: (Se suelta de Vera y se queda mirando a su profesora) Sim, não sei se é necessário…
TEREZA: Luca… Se você souber o mal que esse animal fez na nossa vida.
LUCA: A sua filha contou-me tudo
TEREZA: Mire, depois de todo o ocasionado, já não só com a minha filha, se não também com Giulia e Lia, acho que todo isto é o correto. Ademais, elas não foram as únicas vítimas
LUCA: Há algo que não entendo, Tereza… Se você sabia da existência do animal desde que atacou à Vera, não sei por que não nos deu pistas nem nos explicou acerca dele. Lembre que Giulia e Lia poderiam houver sido vítimas e, efetivamente, o foram. Não pensou nisso?
TEREZA: Sim, eu já sabia. Mais o que lhe passou a Vera com o boto foi um secreto que não contamos normalmente porque não queremos falar do tema e dos problemas que deu à família. Mais é certo que não pensei no perigo que poderia houver sido para as garotas. Sinto-o
LUCA: Não tem problema. Você segue a ser uma grande professora (Sonríe abiertamente, y mira a Vera) E uma grande mamai também…
(Vera sonrió y le dio un beso en la mejilla. Tereza sonrió también, sonrojada. Luca miró para ella, poniéndose las manos en los bolsillos)
LUCA: Entonces… ¿Cuento con vosotras?
VERA Y TEREZA: (Al unísono) ¡Si!
LUCA: (Sonríe) Gracias, chicas
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