EL BOTO: CAPÍTULO 12

 (Volvemos al presente, al confinamiento de 2020.

Luca mira al suelo, preocupado por algo que estaba a punto de contar. Acaba de contar lo que había pasado con las chicas, y precisamente por eso está preocupado ahora. Vicenzo lo mira)

VICENZO: ¿Y…? ¿Qué pasó después?

LUCA: Estuvimos un buen rato jugando a las cartas y cuando Vera bajó a por agua vio que las chicas se habían marchado

VICENZO: ¿Enserio?

LUCA: Si… Como podrás suponer, yo me volví loco. Estaba tan obsesionado con que a Giulia no le pasara nada que se me fue la olla completamente. Pero fue ella la que más tarde había aparecido por la puerta

VICENZO: ¿Enserio? ¿Y qué pasó con Lia?

LUCA: A eso voy… No te lo vas a creer…

(Volvemos al flashback de los sucesos del viaje.

Giulia venía preocupada corriendo y se acercó a Luca rápido para darle un abrazo. Al parecer, su situación era mucho más grave que una simple preocupación. Le iba a dar un ataque de ansiedad)

LUCA: ¡Dios mío, Giulia! ¿Qué te ocurre, estás bien?

(Giulia seguía abrazando a Luca y no era capaz de decir palabra. Empezó a llorar y a respirar con gran fuerza. Notaba que no tenía aire. Poco a poco, se fue soltando de Luca hasta ir cayendo lentamente, perder el conocimiento y, finalmente, desmayarse)

FABIO: (Suspira de agobio) Oh no…

LUCA: Ha tenido un ataque de ansiedad… ¡Tenemos que ayudarla!

VERA: ¡Voy corriendo a por agua! Tumbadla en el sofá, a ver si se va recuperando

(Luca y Fabio la cogieron al mismo tiempo y la tumbaron en el sofá, para asegurarse de que poco a poco iba recobrando el conocimiento. Luca se puso frente a ella en una esquina del sofá, sujetándole la cabeza.

Después de 10 minutos, tras que Vera le hubiera dado agua, Giulia pudo recuperarse correctamente. Recuperó el aire y se levantó de golpe)

LUCA: (Soltando un suspiro de alivio) Menos mal…

GIULIA: (Tocándose la cabeza) ¿Qué… qué ha pasado?

VERA: Te ha dado un ataque de ansiedad, Giulia, eso es lo que ha pasado…

FABIO: ¿Qué es lo que ha pasado para que estés así?

GIULIA: Estaba paseando con Lia hasta que lo vi…

FABIO: ¿A quién?

GIULIA: Al boto…

LUCA: (Echándose las manos a la cabeza) No puede ser… Otra vez no…

VERA: ¿Te hizo ir con él?

GIULIA: Me llamó, pero no le hice caso…

FABIO: ¿Y dónde está Lia?

GIULIA: Se quedó allí… (De repente, suspira de sorpresa hasta que se da cuenta del problema) ¡Oh, no! ¡Lia! La dejé sola…

LUCA: Hostia… Lo que significa que…

GIULIA: Que el boto… EL BOTO VA A IR A POR ELLA

(En cuestión de segundos, Giulia tuvo otro ataque de ansiedad. Fabio, Luca y Vera la intentaron controlar para que no se volviera a desmayar o perder el conocimiento. La sujetaron y evitaron que se volviera loca.

Fue un momento de susto que se controló cuando Lia entró por la puerta. Pegó un portazo. Tenía una expresión de felicidad totalmente complementaria a la preocupación de sus amigos, que estaban tratando de calmar a Giulia)

LIA: ¡NO OS VAIS A CREER LO QUE ME PASÓ!

GIULIA: (Ignorándola, va corriendo hacia ella a darle un abrazo llorando) ¡Lia! ¡Lia, estás bien, gracias a dios! ¡Perdón, tía, no debí dejarte sola!

LIA: (La suelta) ¿Por qué estás tan preocupada, Giulia? Si estoy genial

VERA: (Mira para Giulia) Escucha, vete a cama y descansa, ¿vale? No estás bien

GIULIA: Vale… (Secándose las lágrimas) Al menos sé que mi amiga está bien…

(Giulia subió por las escaleras a dormir y procurar calmarse.

Los chicos se sentaron en el sofá, y Lia se sentó con ellos. Puso cara de felicidad, sonriendo como no había sonreído en su vida. Vera, Luca y Fabio la miraron, confusos)

LUCA: ¿Se puede saber qué ha pasado? ¿Por qué estás así?

LIA: He conocido… Al hombre más guapo que he visto en mi vida

LUCA: ¿Per-Perdón?

FABIO: ¡Ay, eso es genial! (Le toca la pierna) Cuenta, Lia, ¿quién es?

LIA: No lo sé, no me dijo su nombre

FABIO: Se lo tendrías que haber preguntado, ¿no?

LIA: Si, imagino que si

(Fabio parecía ser el único que no se daba cuenta de quién podía ser ese hombre. Luca y Vera se miraron, previéndose lo peor. Sabiendo lo que Giulia les había contado y que Lia estaba con ella, no tuvieron ninguna molestia en preguntarle)

VERA: ¿Y cómo era? Descríbelo

LIA: Pues era guapo, era misterioso, y era muy… Muy… (Sonríe y mira para el techo, con los ojos caídos) Era terriblemente seductor… Nunca nadie me había seducido como él lo ha hecho…

LUCA: Lia, da descripciones OBJETIVAS

LIA: Pues… Era alto, rubio, ojos muy azules… Estaba desnudo…

VERA: ¿Llevaba sombrero?

LIA: Si, un sombrero blanco… Quedaré con él mañana por la noche, ¡me muero de ganas!

(Vera y Luca se echaron las manos a la cabeza. Fabio seguía sin entender nada)

FABIO: ¿Qué pasa, lo preguntáis si…? ¿Él es el…? (Se termina dando cuenta) Oh, vaya…

LIA: ¿Chicos, qué pasa, por qué me miráis así?

LUCA: Lia, ¡es el boto!

LIA: ¿Qué dices, Luca, estás loco?

VERA: ¿No lo entiendes? ¿Por qué si no se iba a acercar a ti siendo tú la única chica que había en el río? Lia, por lo que más quieras, ¡MAÑANA NO VAYAS!

LIA: (Los mira, extrañada) Os… Os debéis de haber vuelto completamente locos…

LUCA: Lia, ¿enserio no nos crees? ¿Es que lo del sombrero no te dice nada?

FABIO: Lia, no vayas mañana a ningún lado

LIA: ¿Pero qué decís?

LUCA: Mira, ya tenemos bastante con sacar dinero para el aborto de Giulia, ¿acaso nos tenemos que ocupar de tu aborto también?

VERA: No tenemos tanto dinero

LIA: ¿Pero por qué lo decís?

LUCA: (La coge por los hombros y la sujeta) ¡Lia, te va a embarazar!

LIA: ¿Os habéis vuelto locos? ¿Qué no veis que el boto aparece sólo en las fiestas? No va a ir a por mí porque esté yo sola dando un paseo como cualquier persona normal… (Se levanta y sube) Ahora, por favor, dejadme dormir y soñar tranquila. No estoy por la labor de escucharos…

(Lia subió las escaleras de la casa y ni siquiera les miró a la cara. Ellos se quedaron perplejos, mirando para ella)

VERA: Luca, Fabio; NO PODEMOS permitir que salga de casa mañana. Como ambas vuelvan a Italia embarazadas, tenemos un grave problema, ¿me habéis oído?

LUCA: ¿Pero qué podemos hacer? No nos cree

VERA: Algo se nos tiene que ocurrir. Yo pensaré algo, y necesito contar con vuestra ayuda.

FABIO: No sé qué vamos a hacer si de verdad cree que el boto era un chico random que se pilló por ella.

VERA: No lo sé… (Se levanta) Pero yo no pienso dejar que ese bicho se vuelva a salir con la suya…

(Vera subió a su habitación. Luca y Fabio se miraron. No eran capaces de entender nada)

FABIO: Luca, tú que eres tan amigo suyo, ¿sabes algo sobre Vera? Tengo la ligera sospecha de que ella también fue víctima del boto, ¿es cierto?

LUCA: No me dijo nada al respecto… Pero su forma de actuar frente a él es muy sospechosa…

(Justo en ese momento, pasa por delante el hijo de Vera, Miguel. Éste se les queda mirando con una sospechosa mirada que ellos no son capaces de entender si es de maldad o es su mirada normal)

FABIO: Tío, ¿qué le pasa a su hijo? No he visto a un niño de su edad comportándose de esas formas tan raras en toda mi vida…

LUCA: Todo lo que pasa en esta casa es muy raro, tío. (Mira para el suelo) Yo tengo verdadero miedo…

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