EL BOTO: CAPÍTULO 5

(Volvemos al presente. Luca mira expectante a Vicenzo después de haberle contado que Giulia había desaparecido, esperando una respuesta de éste, quien se había quedado en estado de shock)

VICENZO: ¿Qué me estás contando? ¿Que Giulia desapareció sin más?

LUCA: Si, tío, yo pasé la noche bailando con Vera, y para cuando me giré, ¡Giulia ya no estaba!

VICENZO: ¿Y qué pasó después?

LUCA: Primero se lo dije a Vera, quien también se preocupó. Luego, avisamos a Fabio, aunque nos costó bastante localizarlo, ya que se estaba comiendo la boca con Ludmila, la mejor amiga de Vera… Al momento, llamamos a Giulia por WhatsApp y le mandamos mensajes… Ni rastro de ella

VICENZO: ¿No os cogía el móvil?

LUCA: Ya no sólo es que no nos lo cogiera… Si no que además siquiera le llegaban los mensajes… ¡El doble check no aparecía!

VICENZO: Imagino que ahí ya os sospechasteis lo peor…

LUCA: Ay, Vicenzo, si tú supieras… Yo empecé a llorar como un desgraciado, creyendo que a Giulia se la habían llevado y la habían matado o algo… Cómo se puede ser tan dramático…

VICENZO: ¿Y qué hicisteis después?

LUCA: Fuimos a la casa corriendo. Avisamos a la profesora y despertamos a Lia. El abuelo Lucas se volvió loco y el hijo de Vera empezó a correr por toda la casa gritando “PAPÁ” “PAPÁAAAAA”

VICENZO: ¿Papá?

LUCA: En su momento no fui capaz de entender aquello la verdad. Pero Vera no me quiso dar explicaciones… Bueno, lo dicho, llamamos a la policía mientras Vera hacía cuanto fuera posible por tranquilizar a su abuelo y a su hijo. La policía no sabía absolutamente nada

VICENZO: ¿Y cómo la encontrasteis?

LUCA: (Suspira) Lia salió un momento fuera y vio un cuerpo ser arrastrado por la orilla del río…



(Saltamos de nuevo al flashback.

Lia corrió hasta la orilla del río en cuanto vio el cuerpo arrastrarse hacia allí. Se sentó a la altura del mismo para detectar de quien era aquel cuerpo. Su sorpresa no fue de lejos menor en cuanto vio que se trataba ni más ni menos que de Giulia. El corazón de Lia empezó a latir a una gran velocidad, y ésta estaba completamente asustada.

Salió corriendo con tal rapidez que ya notaba como las piernas se le cansaban desde el principio y petó a la puerta con ahínco, gritando que salieran todos)

LUCA: (Abre la puerta) ¿Qué pasa, Lia? ¿Has encontrado algo?

LIA: ¡Ven al río!

(Luca corrió con ella, sospechando que sería allí donde Giulia estaría. En cuanto Lia le enseñó el cuerpo caído en la orilla del río, Luca tuvo tal tristeza y sorpresa que volvió a llorar. Al momento, cogió a Giulia arrastrándola del brazo, puso su cabeza sobre su pecho y empezó a abrazarla, asustado y llorando)

LUCA: ¡Ay, Giulia, pero qué te ha pasado…! Si hubiera estado pendiente de ti… Si no te hubiera dejado sola… Lo siento mucho, Giulia, de verdad, perdóname… Me quiero matar…

(Luca tuvo a Giulia abrazada a él durante 5 minutos de reloj. Lia estaba llorando a su lado, y los demás miraban desde lejos, también a punto de llorar. En ese momento, estaban convencidos casi al 100% de que la chica se había muerto.

Pero en cuestión de 5 minutos, Giulia empezó a toser y a escupir agua. Abrió los ojos lentamente y sintió gran tranquilidad al ver que Luca la estaba abrazando en ese momento)

GIULIA: (Entreabriendo los ojos) ¿Luca…?

LUCA: (Sonríe y se seca las lágrimas) ¡Giulia! (Le da un beso en la mejilla y la vuelve a abrazar) ¡Giulia, no sabes lo feliz que estoy de que estés bien…! ¡Gracias a dios, estaba tan preocupado por ti…!

LIA: Estábamos muy preocupados, llamamos a todas partes

VERA: (Acercándose a ella con Fabio) Giulia, ¿estás bien?

GIULIA: (Soltándose de Luca, asustada) ¡Pero no lo entiendo! ¿Se… Se puede saber qué hago aquí? Hace un rato estaba teniendo sexo con aquel chico que me dejó el coño reventadísimo… Habrá sido un sueño… (De repente, oye algo salir de su cuerpo. El sonido de un pedo) ¡No, no fue un sueño, aún tengo pedos vaginales!

FABIO: ¿Con un chico?

LUCA: (Arqueando una ceja y terriblemente celoso) Giulia, ¿estuviste con un tío todo este tiempo?

GIULIA: Si… Madre del amor hermoso… Qué bueno estaba…

VERA: ¿Y qué es lo último que sabes de él?

GIULIA: Lo único que sé es que estuvimos toda la noche teniendo sexo. Luego él de repente se fue sin más, sin decirme nada, y yo me quedé completamente tocada… No lo volví a ver… Sólo vi un delfín nadar cerca mía y alejarse poco a poco…

VERA: (Asustada, ya que podía entenderlo todo) ¿¡UN DELFÍN!?

(Justo en ese momento, unos pescadores se acercaron, riéndose. Se acercaron a los chicos y miraron para Giulia. Al parecer habían escuchado todo)

PESCADOR 1: Compreendemos tudo.

PESCADOR 2: A vossa amiga foi atacada pelo boto!

LUCA: ¿PERDÓN?

PESCADOR 1: Sim, se o homem a abandonou e ela viu um golfinho ir embora… Era o boto!

(Giulia no podía entender nada. Al momento, se quedó mirando a Vera, con incertidumbre, ya que ella podía saber si ellos estaban o no locos)

VERA: Di la verdad, Giulia. ¿Ese chico misterioso bailó contigo y te llevó al río sin más?

GIULIA: Si…

VERA: ¿Y te dijo su nombre o algo parecido?

GIULIA: (Bajando la cabeza) No… Le pregunté varias veces, pero ni siquiera me contestó

(Vera se quedó completamente asustada y sin habla. Los pescadores se fueron en ese momento, viendo que ya se habían dado cuenta. La chica se quedó mirando para los italianos sin decir palabra. Luca, Fabio y Lia no podían evitar estar asustados)

LUCA: Entonces… El boto…

FABIO: ¿El boto existe, Vera?

LIA: ¿Fue el boto el hombre con el que Giulia tuvo sexo?

(Vera no sabía como decirles nada. Pero tenía que ser franca. Al momento, suspiró suavemente y, sin decir palabra, asintió con la cabeza, echándose las manos a la misma. Luca, Fabio y Lia convulsionaron, pero Giulia creía que se volvía loca)

GIULIA: (Levantándose del suelo, aún incapaz de andar) NO PUEDE SER ¿Qué me va a pasar, Vera? (Acercándose a ella, cogiéndole los hombros) ¿QUE ME VA A PASAR?

VERA: Entremos en casa, y así hablamos más detenidamente… Deja que te lleve, veo que eres incapaz de andar…

(Giulia se agarró a Vera, completamente asustada, y fueron todos en dirección a la casa.

Luca miraba para ella, a punto de llorar otra vez y muy confuso, y luego miró para Fabio)

FABIO: Dios mío… Espero que Giulia esté bien, tío…

LUCA: Yo también… No me lo puedo creer… Y vosotros que estabais tan convencidos de que el boto no existía…

FABIO: ¿Qué pasa, acaso tú no?

LUCA: Vera me dijo cosas que dejaban más o menos claro que sí… Pero lo que menos quería hacer era preocuparos…

FABIO: (Le toca el hombro) Debería haberte creído, bro. Lo siento

LUCA: No pasa nada, Fabio… Es igual…



                                                                                          ***



(14 de Junio, 9 y media de la mañana. Una vez en la habitación, Giulia estaba acostada en el sofá, terriblemente nerviosa, y Vera miraba para ella, sentada en una silla. Los tres italianos estaban de pie frente a la mesa del comedor y el abuelo Lucas suspiraba con fuerza, cogiendo al pequeño Miguel en brazos)

VERA: Mira, Giulia, primero de todo: Te tengo que pedir que te calmes

GIULIA: (Suspira y cuenta hasta 10) Está bien… Me calmo

VERA: Acabas de ser presa de uno de los animales más peligrosos del Amazonas

GIULIA: (Se levanta bruscamente del sofá y sale corriendo a los brazos de Lia) ¿Y PRETENDES QUE ME CALME? ¡No puedo si me sueltas cosas así! ¿QUÉ VA A SER DE MI AHORA?

LIA: (Acariciándole la espalda) Tía, estate tranquila, vuelve al sofá…

GIULIA: ¡No entiendo nada de todo esto! ¡No tiene ningún sentido!

VERA: Giulia, tienes que escucharme un minu-

GIULIA: ¡¿Y QUE LE PASA A TU ABUELO Y A TU HIJO, TÍA?!

(Vera miró para atrás y vio a su abuelo y a su hijo mecer en el sillón diciendo palabras innombrables. Pero de repente, se oyó lo siguiente de sus respectivas bocas:)

ABUELO LUCAS: O boto… O boto… Ataca o boto…

MIGUEL: O meu pai… Papa… Papa…

VERA: (Empezó a sudar y se acercó a ellos, preocupada) Dios mío, hoy están más asustados que nunca… (Se gira a los chicos) Mira, chicos, no tengo tiempo para dar explicaciones. Ahora sólo necesito que Giulia se siente otra vez en el sofá

(Giulia, a regañadientes, asintió con la cabeza y se volvió al sofá, donde se tumbó, tratando de calmarse. Vera volvió al asiento y miró fijamente para Giulia)

VERA: Nena, mira, lo que te ha pasado anoche básicamente fue una estrategia de ataque del animal. Te sedujo disfrazado de humano para justo después poder tener sexo contigo y escapar. Se ve que le has gustado y, si le gustas, te atrapa como presa.

LUCA: Un momento… Claro que le gustaba. ¡Por eso la persiguió ayer por la mañana!

FABIO: La fue a buscar a las fiestas aprovechando que había luna llena, ¿no?

VERA: Si

GIULIA: ¡Claro! ¡Eso explica todo!

VERA: Bueno, pero eso no es lo peor

GIULIA: ¿Qué? ¿HAY ALGO PEOR?

(Vera se acomodó en el asiento y empezó a suspirar mordiéndose el labio, ante la expectación de los chicos italianos. No sabía como decirles la verdad, sabía que le daría secuelas serias a Giulia. Pero tuvo que ser sincera, por mucho que le pesara)

GIULIA: ¿Y bien?

VERA: (Traga saliva y mira para ella) Giulia, quedarás embarazada

GIULIA: (Se levanta del sofá y se echa a correr) ¡NOOOOOOOOOOOO! (Se tira encima de los brazos de Luca) ¡Tía, no me puedes estar diciendo esto, sólo tengo 22 años! ¡Soy demasiado joven, necesito un trabajo estable, necesito estudiar, necesito casa! ¿Qué van a decir cuando vuelva a Italia? ¿Qué van a decir mis padres? ¿CÓMO LE EXPLICO ESTO A LA GENTE?

VERA: Mira, Giulia, siéntate un momento otra vez que te voy a explicar cómo funciona esto…

FABIO: ¿Tiene que volver al sofá?

VERA: Si…

(Giulia se fue de nuevo al sofá, esta vez sentándose. Volvió a mirar con recelo a Vera)

VERA: El niño que vas a tener se llama “Hijo del Boto”. Este niño será un hijo mitad humano mitad delfín que pasará a ser parte de la familia de los botos. Tomará el relevo de su padre y será otro boto que habite en el mar cuando su padre ya no pueda hacerlo. El objetivo del boto a la hora de embarazar a las mujeres humanas es reproducirse.

GIULIA: O sea, ¿QUE ENCIMA VOY A TENER UN CHURUMBEL DELFÍN?

(Luca estaba devastado ante todo lo que estaba pasando. Quiso buscar una manera de ayudar y decidió integrarse en la conversación, acercándose al sofá)

LUCA: Escucha, Vera, esto no puede ser. Ella no quiere quedarse embarazada, y mucho menos de un “boto”. Quiere volver a Verona a vivir su vida. Igual que todos nosotros.

LIA: Tiene que haber alguna solución o algo

FABIO: No sé… De seguro podremos permitirnos un aborto

VERA: ¿Un aborto? ¿Estáis locos? ¡No es legal y vale muchísimo dinero!

LUCA: Escucha, no será legal en Brasil, pero en Italia sí que lo es. El caso es que también vale dinero. Y ya que vosotros sois los que nos habéis dejado solos sin siquiera explicarnos el peligro del boto, sería de agradecer vuestra ayuda para conseguir dinero y pagar el aborto seguro en nuestro país.

(Tereza bajó y justo escuchó la conversación, pudiendo entender cada palabra en italiano. Se acercó a Vera y miró con impotencia a sus alumnos)

TEREZA: Vocês estão loucos! Não temos nenhuma moeda, como podem deixar que nos paguemos o aborto de Giulia?

ABUELO LUCAS: Pagar dinheiro? Não, é impossível!

LUCA: Professora, eu compreendo que não têm dinheiro e que a situação atual do Brasil é muito precária. Pero nos não temos a culpa de que Giulia fora atacada por esse animal. Se vocês foram conscientes do que poderia houver passado na festa, poderiam avisar-nos pelo menos

FABIO: Nos nem se quer creiamos na existência do boto. Não é realista!

LIA: Ademais, não pensaram nem um pouquinho no terrível momento que passara Giulia no porto?

TEREZA: Nos tampouco temos a culpa do que passou!

LUCA: Sei, mais sabemos que vocês sabem algo, e poderiam advertir! Como ia Giulia a saber que o garoto que flertou com ela era o boto?

(Todos los brasileños se quedaron callados y se miraron. Comprendían la situación de los chicos, pero en especial a Vera, que decidió intervenir)

VERA: Mamai, avô… Eles tem ração. Eu falarei com eles e alcançaremos um acordo.

TEREZA: (Suspira) Está bem…

VERA: (A Luca) Está bien. Es cierto. Nosotros sabíamos de la existencia del boto. No quería decir nada por miedo, y por eso dejé que os marcharais y ni tan siquiera avisé a Giulia del peligro del animal. Bueno, lo hizo el Tío Antonio, pero no yo… Así que si… Es nuestra culpa. Hay muchos secretos que guardamos en esta familia de los cuales no podemos hablar ni tan siquiera podemos mencionar

LUCA: Está bien. Comprensible. (De brazos cruzados) Ahora, ¿a dónde estás intentando llegar?

VERA: Vamos a buscar cuanto sea posible por pagar vuestro aborto. Pero no podemos hacerlo así sin más. Necesitamos ayuda para conseguir el dinero.

GIULIA: O sea, ¿que vas a ayudarnos?

VERA: Si. No sería justo por mi parte no pagaros el aborto, cuando toda la culpa la tuve yo por no andar pendiente de Giulia ni de la presencia del boto en la fiesta. Perdonadme.

TEREZA: (Susurrando) Filha, você sabe o que está a dizer? Isto é Brasil!

VERA: (Susurrando a su madre) Já sei, mamai, pero a culpa é minha, e não posso permitir que esta garota se vaia de volta ao seu país com o filho do boto e tenha que dar explicações…

LUCA: (Le sonríe a Vera) Está bien. Aceptamos cuanto sea posible para ayudar a Giulia

GIULIA: (Suspira de alivio) Menos mal que al menos hay una solución…

VERA: Id a vestiros, al mediodía iremos a hablar con mi tío

(Todos se fueron a vestir. Vera se quedó sola con su abuelo y su pequeño hijo. Cogió a Miguel en brazos, el cual todavía seguía pálido y traumatizado, mirando con miedo a su madre)

MIGUEL: Papá… Papá…

VERA: Ssssh! (Le da un beso) Papá não está aqui, e não vai volver…

LUCA: (Se acerca a ella y le sonríe) Me sorprendes

VERA: ¿Qué… Qué quieres decir?

LUCA: Me sorprende que hables de pobreza, Vera. Tú no eres el mejor ejemplo de pobreza ahora mismo

VERA: Luca, no te entiendo

LUCA: (Se sienta en el sofá) Vamos a ver, Vera. Mira esta casa. Mira tus muebles. Tu abuelo está muy sano a pesar de las condiciones que tenéis en este país. Se supone que este es un pueblo muy pobre y que aquí la gente vive únicamente en favelas, ¿no es así?

VERA: Si, puede ser que tengas razón… (Acariciándole la cara a su hijo pequeño, al cual aún tenía en su colo) Pero desafortunadamente, esto no es obra nuestra

LUCA: (La mira) ¿Qué quieres decir?

VERA: Mi ex-novio italiano nos daba la riqueza. Él se encargó durante siete años que nosotros tuviéramos unas condiciones agradables que nos permitiesen al menos desayunar una taza de café

LUCA: ¿Y qué pasó?

VERA: Hace un par de años se fue y nos cortó el grifo

LUCA: Oh mio Dio…

VERA: Ya ves… Aún nos queda un poco de su dinero, pero no sé si será suficiente para vivir durante los próximos años. (Mirando al abuelo Lucas, que se mecía en su sillón) Creo que mi abuelo morirá pronto… Y detrás iremos nosotros… Si mi madre volviera a vivir aquí con nosotros, con todo lo que ha ganado en Europa, nos ayudaría a volver a ese estado de salud y condiciones de vida adecuadas.

LUCA: (Se levanta del sofá) Mira, no te conozco mucho, pero quizá pueda echarte un cable… Creo que te debemos una después de que hayas accedido a ayudarnos con este follón

VERA: No te molestes, no vale la pena

LUCA: Necesitas vivir, tu hijo necesita vivir y tu abuelo necesita buenos cuidados. No es justo que acabéis en bancarrota. Seguro que hay algo que pueda hacer. Pero tienes que darme tiempo para pensar

VERA: Muchas gracias, Luca…

LUCA: (Le sonríe) Bueno, creo que debería ir a vestirme… (Comienza a caminar hacia la habitación) Nos vemos luego

VERA: (Sonríe también) Nos vemos

Comentarios

Entradas populares de este blog

EL BOTO: CAPÍTULO 14

EL BOTO: CAPÍTULO 15

EL BOTO: CAPÍTULO 1