EL BOTO: CAPÍTULO 16

(Pasaron dos días y entramos a los sucesos del 18 de Junio.

A la mañana se iba a realizar el entierro del abuelo Lucas en el cementerio de Borba. Muchas personas fueron a ver al difunto en la iglesia del pueblo y a llorar amargamente su pérdida con trajes de negro, como era natural en cualquier entierro.

Vera estaba de las primeras en la iglesia junto con su madre, su hijo y su tío. Ella todavía no podía creer lo que estaba pasando. Su abuelo había muerto de repente y ella aún tenía esperanza con que él se hubiera salvado. Estaba devastada, en completo shock y preguntándose cómo tal atrocidad había surgido de repente. El fallecimiento de su abuelo iba a ser algo que ella jamás podría ser capaz de superar.

Después de un tiempo en la iglesia, salieron hacia el cementerio para ver cómo enterraban a Lucas. Vera iba abrazando a su madre, aún devastada y pensativa. De todas maneras, en la puerta, los italianos habían aparecido a esperarlas, junto a Zé, quien había venido con ellos. Vera sonrió en cuanto vio a Luca enfrente suya y le dio un abrazo entre lágrimas. Él se lo devolvió)

VERA: Gracias por venir a apoyarnos (Lo suelta y lo sujeta de los brazos) Me hace tan bien que estéis aquí con nosotras…

LUCA: Es lo menos que podíamos hacer… Por nuestra profesora y por su grandiosa hija

(Vera volvió a sonreír y se soltó de Luca. Fabio, Giulia y Lia estaban detrás, tratando de no llorar. Al cabo de unos minutos, fueron a abrazar los tres a su profesora, lo cual ella devolvió encantada)

TEREZA: Quero-lhes muito, meus meninos… Já são 3 anos de classe e foram os melhores alunos que nunca tive

FABIO: Nos também queremos-la a você, professora

(Tereza se soltó de ellos y les sonrió abiertamente. Luca miró abajo a Miguel, el pequeño hijo de Vera, y al pequeño se le dibujó una gran sonrisa en su rostro. Luca se rió cuando lo vio)

LUCA: Você vai ser um homem muito bonito quando medre… A sua mamai e a sua avó são mulheres muito bonitas. Vêm de uma família privilegiada

TIO ANTÓNIO: O pequeno Miguel tem muita vergonha, Luca. Mais ele adora que você diga coisas tão bonitas

LUCA: E o mínimo que posso fazer

(La familia miró al joven sonriendo. Luca trató de contenerse las lágrimas para volver a llorar. Vera volvió a abrazarlo, lo que Luca hizo que no se las pudiera contener más. Después de un rato abrazados, Luca la soltó y le tocó la cara)

LUCA: Sé fuerte, linda… Todo va a salir bien…

VERA: (Asiente con la cabeza, aún entre lágrimas)

TEREZA: Escutem, nos agora temos que ir até o cemitério onde enterrarão ao meu pai. Gostávamos de que vocês venham com nos

GIULIA: Por suposto, nós vamos

(Empezaron a seguir a la familia en el camino hacia el cementerio, el cual estaba bastante cerca de la iglesia.

Los italianos iban detrás, siguiendo a la familia todo el tiempo. Giulia y Lia iban completamente separadas, ya que Lia estaba muy enfadada con ella y le iba dando la espalda. Giulia no era capaz de entender nada, pero la que era su amiga no quería darle ninguna explicación. Con lo cual, iban detrás completamente calladas.

Luca y Fabio iban detrás. Luca las miraba extrañado. Al parecer él no entendía nada de lo que estaba pasando)

LUCA: ¿Qué narices les pasa a las chicas?

FABIO: Llevan así dos días. No lo entiendo en verdad, Lia no quiere contarme nada

LUCA: Y yo no he tenido conversaciones a solas con Giulia en todo el viaje…

FABIO: Normal, tú llevas todo el viaje pegado a Vera como una lapa

LUCA: (Lo mira, extrañado) ¿Qué… Qué quieres decir?

FABIO: Vamos a ver, ¿estás tonto, tío? Estás siendo un auténtico pagafantas de la hija de la profesora, ¿no eres consciente?

LUCA: No digas tonterías, Fabio… ¿Acaso estás dándome a entender que Vera me gusta?

FABIO: Si

(Luca se quedó mirándole en silencio durante cinco segundos. Fabio sólo esperaba una respuesta de su boca. Pero Luca no pudo contenerse. Estaba alucinando ante la afirmación de su amigo. Éste empezó a reírse de una forma muy extraña, y Fabio estaba consumido por la incertidumbre)

FABIO: ¿Se puede saber qué narices te pasa?

LUCA: ¡FABIO! ¿De verdad te piensas que yo…? ¿Yo puedo…? ¿Estar…? ¿Por…? PF, ME VAS A MATAR TÍO. NO ME PUEDO CREER QUE PUEDAS PENSAR UNA COSA ASÍ. ¿Es que estamos tontos o qué?

(Para su mala suerte, desde el principio de la fila, Vera iba escuchando la conversación. Si antes tenía tristeza por el fallecimiento de su abuelo, su tristeza se había intensificado en cuanto vio que Luca se reía ante las posibilidades de tener sentimientos por ella. Ella sí que sentía algo por Luca. Con lo cual, su reacción le sentó de forma muy negativa)

FABIO: Luca, eres mi mejor amigo, te conozco mejor que nadie, incluso mejor que la misma Giulia, aunque no te lo creas. Estoy completamente convencido de que tú sientes algo por Vera y sabes que yo no miento

LUCA: Pero bro… ¿Cómo voy a sentir algo por Vera? ¡Es mayor para mí!

FABIO: Que sólo son tres años de diferencia. Si Vera es mayor para ti Piqué debería ver a Shakira como su abuela, y el novio de 30 años de Jennifer López debería verla como su bisabuela ¿no lo crees?

LUCA: Escucha, Fabio, me da igual lo que digas, pero yo en mi vida voy a sentir algo por otra mujer que no sea Giulia, lo sabes, ¿no?

FABIO: Tienes que olvidarte de Giulia, te hace mal…

LUCA: ¡No me hace mal! Lo único que tengo que hacer es que ella se de cuenta de lo que siento de alguna forma u otra. Giulia es la única mujer que quiero y lo sabes. No voy a permitir que otra chica ocupe su corazón

FABIO: Está bien… Lo que tú digas, Luca…

(Aunque Giulia no había escuchado nada ya que estaba consumida por la incertidumbre de por qué su amiga Lia estaba enfadada con ella, Vera lo había escuchado todo. No se podía creer lo que estaba oyendo. Ella estaba convencida de que Luca acabaría sintiendo algo por ella y acabaría olvidándose de Giulia como consecuencia. Pero visto lo visto, no era posible. Él no se fijaría en ella. Pero de todos modos, tampoco importaba, porque si ella no iba a Italia, no volvería a ver a Luca nunca más y posiblemente él conseguiría conquistar el corazón de Giulia. Todos esos pensamientos invadieron la mente de Vera hasta el punto que ésta rompió a llorar otra vez.

Por otro lado, Giulia seguía caminando en el medio, aún preguntándose por qué Lia no le hacía caso. Seguía persiguiéndola, esperando una respuesta por su parte, pero no había siquiera forma de conseguirla. Estaba confundida, a la vez que triste.

De repente, enfrente suya se puso Miguel, el hijo de Vera, con una dulce sonrisa en su cara. Giulia no pudo evitar morirse de ternura)

GIULIA: Ola, amor… Você quer jogar?

MIGUEL: (Sonriendo de forma malvada) Sim…

(Giulia seguía muriéndose de ternura hasta que, de pronto, Miguel tocó sus partes bajas. Ella no pudo entender nada. Intentó decirle “no se toca, eso está mal”. Pero cuando quiso darse cuenta, el niño metió la mano por debajo de su pantalón para llegar a sus partes bajas en completa desnudez. Antes de que las tocara, Giulia le quitó la mano bruscamente. Pero el niño empezó a tocarle todo de una forma incómoda. Sus muslos, sus piernas, su trasero, sus brazos, e incluso sus tetas. La chica gritó, ya que no entendía nada. Todo el mundo se le quedó mirando y no fueron capaces de entender qué es lo que pasaba. Afortunadamente, Vera salió corriendo hacia ella y cogió a su hijo en brazos para evitar que siguiera tocando a Giulia. Al momento, le empezó a dar cachetes en el culo)

VERA: Não toques! Não se toca, Miguel! Nunca mais! Você ouviu? NUNCA MAIS

(Giulia se alejó lentamente y fue hacia los brazos de Luca, para apartarse lo máximo posible de la criatura. Todos estaban mirando sorprendidos, ya que eran incapaces de entender qué es lo que estaba pasando.

Vera se acercó triste a Giulia, tratando de disculparse con ella, tras haber dejado a su hijo con su madre)

VERA: Giulia, lo siento mucho, yo…

GIULIA: ¡CONTROLA A ESE NIÑO! Está loco, tía… ES UN MONSTRUO. Y TU FAMILIA ES UNA FAMILIA DE LOCOS

(Giulia se fue llorando del entierro. Vera la miró con sorpresa y no pudo evitar llorar tampoco. Empezó a sentir tremendo dolor en cuanto oyó que había insultado a su hijo. Ya no podía más. Demasiadas cosas estaba viviendo ya. Rompió a llorar como no había llorado en su vida, echándose al suelo retorcida por el dolor espiritual que tenía dentro.

Luca no pudo evitar sentir compasión por ella. Se puso de rodillas a su lado y le tocó la espalda, tratando de consolarla)

LUCA: Lo siento, Vera, estoy seguro de que Giulia no quería…

VERA: ¿Qué más dará…? Ella no lo sabe. Ella no tiene ni idea… ¡No tiene ni idea del dolor por el cual esta familia ha tenido que pasar!

LUCA: ¿Qué dolor, Vera? No entiendo…

(Vera no dijo nada más y puso su cabeza encima del pecho de Luca, para llorar encima de él. Luca lloró con ella y abrazó su cabeza, también devastado por el comportamiento innecesario de su mejor amiga. A su vez, tenía mucha incertidumbre. No sabía qué ocultaba Vera y su familia. No sabía qué pasaba con su hijo y ni tan siquiera se hacía preguntas. Miró a Tereza, su profesora, la cual le devolvió una mala mirada. Él no pudo evitar sentirse mal, y abrazó con más fuerza a la chica diciendo:)

LUCA: Pase lo que te pase, te prometo que voy a ayudarte…

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