EL BOTO: CAPÍTULO 18
Éste va a ser un pelín más largo, y es que he decidido poner dos capítulos juntos de la historia original, aunque no tengan mucho que ver, porque el capítulo que va ahora se me hacía demasiado corto.
(19 de Junio por la mañana. Otro día más pescando en el río Madre de Dios.
El tiempo estaba tranquilo, sereno. Sin mucho calor. Ni tampoco mucho frío. No había lluvias torrenciales ni tampoco pareciera que se fueran a morir de calor en el barco. Todo parecía estar tranquilo en ese agradable domingo, el primero que pasaron durante el viaje. Tampoco había mucha cantidad de pescadores en el río a esas horas, ya que era muy temprano por la mañana. Era fácil pescar en ese momento.
Zé y António cantaban alegremente mientras pescaban, tan alegremente que se notaba que pescar era lo que más les gustaba en el mundo. Por otro lado, los chicos observaban anodadados a la gran cantidad de peces que había en las redes. Entre todos, ya habían pescado demasiado en toda la mañana. Zé estaba orgulloso)
ZÉ: Rapaces, habéis hecho un gran trabajo hoy. (Sentándose en una caja al lado de su zona de pesca) Se nota que le habéis cogido el tranquillo a esto
GIULIA: Gracias, Zé. En realidad no ha sido fácil.
(Zé no añadió nada más y cogió una botella de caipirinha, mientras le pidió a Vera que pusiese música. Ésta puso “Cake By The Ocean” de DNCE. Enseguida, Zé sirvió un vaso a cada uno de ellos, y miró a Giulia con confianza en su cara)
GIULIA: No, yo no quiero, gracias
ZÉ: Esto es por ti, Giulia. Estamos cada vez más cerca de conseguir tu objetivo
(Giulia no sabía que decir. Sonrió y, caritativamente, aceptó la copa)
GIULIA: (Sonrojándose) Está bien…
(Así, los cuatro jóvenes italianos estaban reunidos en círculo alrededor de Zé y António con Vera al lado de ellos)
LUCA: (Bebe un sorbo de su caipirinha) Vosotros sois grandes amigos. Me encanta la forma en la que cooperáis juntos
TIO ANTÓNIO: Muito obrigado, Luca
LUCA: (A Zé y a Vera) Espera, ¿pudo entenderme?
VERA: Mi tío puede entender el italiano, simplemente no sabe hablarlo
FABIO: Eso es curioso, ¿no?
ZÉ: No, meninos. No lo es.
TIO ANTÓNIO: Zé e mais eu nos conhecemos em Sicília
LIA: De verdade?
VERA: (Entusiasmada) Sim, tio, contem a história!
LUCA: ¡Cierto! ¿Cómo os conocisteis?
ZÉ: Ay, queridos amigos… Allá por el 94, cuando yo era un joven pescador, decidí ir a experimentar a Europa. Decidí ir hasta Messina, la ciudad natal de mi padre. Allí podría descubrir el tipo de pescado que habría en otros mares.
TIO ANTÓNIO: Eu então fui uma temporada a trabalhar em Itália para sair um pouquinho do Brasil e ir a ver a minha irmão em Verona. Aproveitando isto, decidi baixar até Sicília com o dinheiro que ganhei durante o trabalho
ZÉ: Justo el día en el que nos conocimos, coincidimos en el mismo barco de pesca. Te fijabas en nosotros dos y parecía que fuéramos a ser uña y carne. Usábamos las mismas técnicas, la misma precisión, pescábamos los mismos peces… El marinero del barco se fijó en esto antes de que nos conociésemos, y nos señaló a ambos pidiéndonos que cooperásemos juntos. Así empezamos a interactuar
TIO ANTÓNIO: Descobrimos que os dois éramos do mesmo pais e vila, tínhamos gostos muito similares, mais o que mais nos unia era a pesca. Pelo tanto, decidimos aleijar-nos do barco para pescar juntos o tempo que estivéssemos em Itália
ZÉ: Luego llegó el momento de volver a Borba. En ese instante, nos prometimos que navegaríamos y viajaríamos por todos los ríos posibles de Brasil para descubrir vida marítima. Nos cogimos nuestro propio barco y lo que más nos gustaba era hacer giras
GIULIA: Imagino que estaríais en muchos lugares de Brasil
ZÉ: Estuvimos en TODO Brasil
LUCA: ¿Enserio?
FABIO: Contadnos. ¿Cómo es? Ciudad por ciudad
ZÉ: Rio de Janeiro… Es increíble. Es la ciudad veraniega y turística por excelencia en este país. Gran cantidad de playas, su paseo marítimo, ¿y las fiestas? Qué decir de ellas… Masificaciones de gran amplitud con un montón de juventud en ellas.
TIO ANTÓNIO: São Paulo é também um dos lugares mais bonitos do Brasil. É uma cidade turística e também podem-se fazer muitas atividades. O mais destacado é o Museu do Futebol, que e o deporte mais importante do Brasil
ZÉ: ¿Y Brasilia? Bendita sea la capital de Brasil… No tiene la misma fama que las dos anteriores, pero es tan bonita… Realmente, António y yo hemos hecho gran cantidad de turismo juntos por todo Brasil y sus ríos, y siempre hemos estado muy unidos. Él me apoyó el que más cuando perdí a mi mujer, cuando mi empresa estuvo al borde de la quiebra, cuando estuve alcoholizado…
GIULIA: (Mirando con ojos risueños) Qué bonito…
(Se produjo un silencio. De repente, todos los compañeros de clase se miraron. Parecían cuestionarse muchas cosas en ese momento. En especial Luca. Él miraba fijamente a Giulia con expresión de duda. El concepto de amistad de Zé y António era perfecto, casi único. Pero por su parte, Luca no hacía más que preguntarse si su amistad por Giulia durante tres años había merecido la pena o estaba arrastrada por los sentimientos no correspondidos que él tuvo por ella. Quizá, no era amistad dentro de lo que cabe. Preocupado, miró a Zé y se dirigió hacia él para hablar en privado)
LUCA: Zé… ¿Cómo piensas que debería ser una amistad verdadera?
ZÉ: Aquella amistad en la que no importa que haya barreras ni obstáculos, ni tampoco importa que haya diferencias. Una verdadera amistad es en la que lo das todo por tu amigo o amiga sin esperar nada a cambio, en la que simplemente le quieres, le aprecias, y te olvidas de todo lo que haya detrás. Pero tienes 22 años, creí que lo sabías ya. ¿Por qué me lo preguntas?
(Luca se sentía preocupado. Sentía una angustia en su interior que no era capaz de eliminarse. Volvió a mirar a Giulia y siguió preguntándose si realmente había sido su amigo durante todo este tiempo. Empezó a pensar que su sentimiento de angustia era más bien una sensación de culpa)
ZÉ: ¿Hola? Rapaz, ¿estás ahí?
LUCA: (Mira para él) Mm, ¿qué?
ZÉ: Te he preguntado algo. ¿Por qué me haces una pregunta como la que me acabas de hacer?
LUCA: Bueno, realmente… Creo que estoy demasiado confundido con el concepto de amistad
ZÉ: Entiendo… ¿Crees estar haciéndole daño a alguien?
LUCA: (Baja la cabeza y mira para otro lado) No quisiera decirlo, pero creo que si…
ZÉ: ¿Y esa persona te importa?
LUCA: Muchísimo… Pero ya no sé de qué forma…
ZÉ: Pues si esa persona te importa, demuéstraselo. Si crees que estás haciendo algo mal con ella, redímete. Trata de ayudarla y ella te lo agradecerá. Y si esa persona ha notado daño por tu parte, no dudes en siquiera mostrar arrepentimiento.
LUCA: (Mira para él, con las cejas caídas y sonriendo un poco) Supongo que tienes razón… (Sonríe hasta enseñar los dientes) Zé, eres muy inteligente…
ZÉ: (Sonrojado) No… No esperaba algo así… Gracias
LUCA: Sé que no debería preguntarte esto, ¿pero hay alguna posibilidad de que pueda ayudarte a vender el pescado?
ZÉ: Pues creo que la hay…
LUCA: ¿De verdad?
ZÉ: Si (Coge muchos de los peces y se los da) Toma. Hay una tienda de mi empresa al lado de mi casa. En un rato podrás ir hasta ahí y estar como mi vendedor personal
LUCA: (Sonríe abiertamente) Muchas gracias, ¿cómo puedo agradecértelo…? ¡Te compraré de todo cuando vuelva a Verona! ¿Está bien?
ZÉ: No te preocupes. Con esto ayudas bastante
LUCA: Gracias…
ZÉ: Eres un buen chico, Luca… Me alegro de haberte conocido
LUCA: Yo también me alegro. Eres el hombre más inteligente que he conocido…
(Se quedaron un rato callados. Al momento, Luca se quedó mirando al mar, sonriendo otra vez. Estaba seguro de que iba a tratar de demostrarle a Giulia que la quería, sin importar que pudiese recibir algo a cambio. Estaba convencido de que haría cuanto fuera posible para tratar de pagar su aborto y apoyarla en este difícil momento por el cual ella estaba pasando. No quería verse a sí mismo como su pagafantas, si no como ella lo veía; como su mejor amigo)
***
(19 de Junio, 8 de la tarde.
Luca estaba sentado en una roca al lado del río, después de una cansada tarde vendiendo el pescado y ganando dinero para ayudar a Giulia. Estaba pensativo, mirando al horizonte. Amaba Borba y estaba impresionado como tal preciosidad de pueblo le había callado la boca, ya que él pensaba que se encontraría con un lugar mucho más pobre de lo que en realidad vio. Sentía que no se quería marchar, que querría estar allí mucho tiempo más, aún a sabiendas de cuál sería la fecha en la que marcharían.
Vera salió un momento de la casa, y lo vio allí sentado. Sonrió y subió hasta la roca donde él estaba sentado. Sin decir palabra, y sin que éste se diera cuenta, se acercó a él y se sentó a su lado. En cuanto Luca giró la cabeza vio como Vera le sonreía. Se asustó)
LUCA: ¡AH! Me has asustado
VERA: (Riéndose dulcemente) Hola, Luca… Te veo pensativo, ¿qué estás haciendo?
LUCA: (Mira para el horizonte otra vez) Estaba mirando Borba… Es muy bonita…
VERA: (Sonríe) Al final te ha gustado, ¿no?
LUCA: (Sonríe también, aún mirando para el horizonte) Si…
(Se quedaron un minuto callados. Vera le miró una vez más, con los ojos brillando. Luca se le quedó mirando también y le sonrió abiertamente. Vera se sonrojó y apartó la mirada. Él lo notó y se rió)
LUCA: ¿Qué te pasa?
VERA: Nada…
LUCA: (Le toca el pelo) ¿Seguro?
VERA: (Siguió completamente sonrojada, sin decir palabra)
(Luca miró para el suelo y se puso a pensar. Decidió que era un buen momento para hablar con ella un rato y dar un paseo. Le acarició la mano y volvió a mirarla)
LUCA: ¿Quieres que paseemos un rato por la playa? Olvidémonos de los demás. Sólo tú y yo
VERA: (Le mira, sonriéndole) Vale…
LUCA: (Le sonríe y le coge de la mano) Vamos
(Al momento, Vera y Luca bajaron de la roca y fueron hacia la playa. Estaban andando tranquilamente por la playa, cogidos de la mano, riéndose y hablando de un montón de cosas que les gustaban y hacían gracia. No estaban preocupados por nada. Luca se sentía vivo, sentía que en ese momento no le importaba absolutamente nada más que estar con Vera.
En un momento, llegó la oportunidad de sincerarse. En cuanto se sentaron en la orilla del río a sentir el agua en los pies, Vera decidió preguntarle a Luca sobre él)
VERA: Cuéntame sobre ti
LUCA: Pues no tengo mucho que ocultar… Nací en Febrero del 94. Mis padres se enamoraron en la Universidad y yo nací a raíz de un acto sexual de ambos en la fiesta de graduación. Con lo cual, mi madre cumplió 23 años en el momento en que me tuvo. Un año más del que tengo. Como consecuencia, mis padres decidieron no casarse y empezar una vida conmigo. En Diciembre del 99, nació mi hermano. Se llama Vicenzo y es un adolescente de 16 años. Un poco pesado a veces, pero lo quiero muchísimo
VERA: Es decir, tus padres son muy jóvenes, tienes un hermano pequeño… ¿Y vives con ellos?
LUCA: Si, vivimos juntos toda la familia al completo. Mi hermano y yo tenemos habitaciones separadas, no tenemos mucha relación que digamos. Pero cuando estamos los cuatro juntos, lo pasamos realmente bien. Vamos de viaje todos los veranos, hemos visto muchísimas partes de Italia juntos, o fuera de Italia incluso, y a veces vamos a comer los cuatro. Por otro lado, mis padres siempre nos apoyaron a mí y a mi hermano, cuando estuvimos tristes, cuando tuvimos inseguridades… Ya sabes
VERA: Y por otro lado… ¿Que es lo que más te gusta hacer?
LUCA: Si te digo la verdad, ¿quieres saber por qué me metí a Filólogo?
VERA: (Asiente)
LUCA: Porque amo escribir. Siempre que tengo un rato libre me siento en el pupitre a inventar una historia nueva o a leer un libro que me guste mucho. Es una pasión que me acompañó desde pequeño. Mis padres dicen que cuando crezca me ven con grandes posibilidades de ser un gran escritor en un futuro. Ojalá tengan razón y pueda llegar lejos…
VERA: Estoy convencido de que lo harás…
LUCA: (Le sonríe y le acaricia la cara) Gracias
VERA: No sabes lo mucho que te envidio… Tienes una vida increíble. Tienes dinero, una vocación, viajas… (Mira al mar, melancólica) Y sobre todo, tienes una familia…
LUCA: (Mira para ella, alzando una ceja) ¿Qué quieres decir?
VERA: Yo nunca he tenido una familia completa…
LUCA: (Acariciando su espalda) ¿Por qué?
VERA: Yo nací en Marzo del 91. Llevo la mayor parte de mi vida con una familia incompleta, y ahora pobre
LUCA: Claro, tú si no fueras por ese novio que tuviste… Estarías en la calle, ¿no?
VERA: No… Lo peor de todo es que durante una temporada fui rica…
LUCA: (Alza una ceja)
VERA: (Suspira, mirando para él) Nací en São Paulo, ya que mi padre era de allí. Él era jugador de fútbol. Era muy rico, ganaba muchísimo dinero y, como consecuencia, nosotros teníamos todos los lujos que nos pudiésemos permitir. Y aparte de eso, todos los veranos mi madre tenía una casa aquí en este pueblo donde íbamos y cuidábamos a mi abuelo.
LUCA: Parecía perfecto. ¿Qué fue lo que pasó?
VERA: Mi padre enfermó cuando yo sólo tenía 3 años. Estaba muy grave… Tan grave que, desafortunadamente, no se recuperó. Él murió, nosotros perdimos nuestra vida en São Paulo ya que mi madre era pobre y no teníamos dinero para pagar la casa, y tuvimos que irnos a la casa en Borba, la cual también perdimos… Nos tuvimos que quedar en una triste favela que nada que ver tiene con la casa que tengo actualmente. Un año después del fallecimiento de mi padre, mi madre se fue a trabajar a Europa. Yo quería ir con ella pero no pude. Mi abuela murió antes de que yo naciera y yo tendría que quedarme con mi abuelo a vivir en la favela. Estaría bajo el cuidado de él y mi tío. Prácticamente mi infancia la pasé junto a ellos.
LUCA: Lo siento mucho… Al menos ellos te cuidaron, ¿no?
VERA: Si, y es con lo que me quedo…
LUCA: ¿Y aquel novio italiano? ¿Qué pasó con él?
VERA: Ese chico se llamaba Piero. Él era un amigo de Zé, de Messina, pero yo no lo sabía. Lo único que sabía es que él siempre pescaba con mi tío. Tenía más o menos mi edad, o uno más, no me acuerdo muy bien. Lo conocí cuando tenía la escasa edad de 14 años y me enamoré perdidamente de él. No era más que una adolescente loca pilladísima por un gracioso y humilde pescador… Tras varios intentos por mi parte, conseguimos ser novios. Como consecuencia, descubrí que su padre trabajaba con mi madre cuando ella vivía en Messina, en su facultad de Filología. En cuanto él supo que yo estaba saliendo con Piero, se vino a vivir con nosotros a Borba. Con el dinero que él y mi madre ganaron en Italia, nos consiguieron pagar una casa, donde allí viví con mi abuelo, con el Tío António y con mi chico… Fuimos muy felices… Durante siete años
LUCA: ¿Por qué lo dejasteis entonces?
(Vera no dijo nada y, medio llorando, miró para la orilla del río. Luca se quedó mirando para ella con la misma cara que ella tenía. No era capaz de entender nada. Jugó con sus rizos del pelo esperando una respuesta por su parte. Cansado de esperar, decidió preguntarle)
LUCA: ¿Hay algo que me estés ocultando, Vera?
VERA: Si, bueno… Miguel… Mi hijo…
LUCA: ¿Qué pasa…? (Se queda un momento pensando y se imagina lo que pasa) ¿Miguel era de otro hombre?
VERA: No de uno cualquiera…
LUCA: ¿Qué dices?
VERA: (Suspira) Miguel es hijo del boto
LUCA: ¿QUÉ?
VERA: (Asiente con la cabeza, mirando para él)
LUCA: O sea, ¿qué tú fuiste víctima del boto?
VERA: Si…
LUCA: ¿Por qué no nos contaste nada?
VERA: No lo sabe nadie… Sólo lo saben mi mejor amiga y mi familia.
LUCA: Por eso tu abuelo estaba tan asustado y murió de un ataque al corazón. ¡Él lo sabía todo! (Se sobresalta) Por eso tu hijo no hacía más que decir “papá”, Y POR ESO ACOSÓ A GIULIA EN EL ENTIERRO, PORQUE ÉL ES IGUAL QUE SU PADRE.
VERA: Si… Me cogió desprevenida en la Fiesta de Santo António del año 2013. Piero no quería salir porque estaba mal de la tripa, así que fui con mi amiga. En ese momento, yo estaba completamente borracha. Allí me encontró y empezó a bailar conmigo. Yo no sabía que era él, y quise resistirme, siéndole lo más fiel posible a mi novio con el cual llevaba siete años y con el cual vivía. Pero me sedujo de tal manera que al final no pude resistirme… Sin abstenerme a las consecuencias, y más intoxicada que nunca, tuve sexo con él de la misma forma que Giulia lo tuvo.
LUCA: ¿Cómo te enteraste de que era él?
VERA: Lo vi escaparse… Abrí los ojos y se estaba convirtiendo en delfín. Yo me quedé sola en la orilla… Asustada, se lo conté a mi familia sin que Piero se enterara, y me hicieron las pruebas del embarazo. Di positivo, y como consecuencia, tuve que decirle la verdad a Piero.
LUCA: ¿Y él te dejó?
VERA: No sólo me dejó, si no que se volvió a Italia enfadado y se lo contó todo a su padre. Indignado, nos cortó el grifo y yo me tuve que apañar como pude con mi abuelo. Mi madre volvía a Borba siempre que podía para tratar de darnos ayudas, simplemente para que pudiéramos sobrevivir… Por otro lado, mi tío siempre salía a pescar para ganar dinero y ayudarnos también... (A punto de llorar) Si no fuera por ellos, hubiéramos acabado bajo una vieja favela, muertos de hambre, y posiblemente en algún momento hubiéramos tenido alguna enfermedad… Que nos hubiera matado. (Mirando a Luca) ¿Y sabes qué es lo peor? Que toda la culpa la tuve yo… Si no hubiera caído en las garras de aquel asqueroso delfín, nada de ésto hubiera pasado… Mi situación con el boto me hizo perder al amor de mi vida y arruinó nuestra situación económica que, si no fuera por mi madre y mi tío, hubiera acabado con mi vida, la de mi abuelo y la de mi pobre hijo…
(Vera rompió a llorar, poniéndose las manos en los ojos. Luca la miró con los ojos llorosos. No podía evitar sentir impotencia ante todo lo que ella le acababa de contar. Se quedó callado, sin saber cómo consolarla. Pero supo que tenía que tratar de ayudarla como él mismo le había prometido días atrás. La cogió al momento y la abrazó con fuerza. Ella dejó de llorar, consumida por el shock de aquel abrazo)
VERA: ¿Qué estás haciendo…?
LUCA: Vente conmigo… Te voy a ayudar
VERA: No puedo, Luca… Mi familia está aquí…
LUCA: No pienso permitir que vivas ante tal precariedad. Te prometo que, en cuanto vuelva a Italia, me buscaré un buen trabajo y me uniré a tu madre para ayudarte. ¿De acuerdo?
(Vera volvió a estar consumida por las lágrimas y le devolvió el abrazo a Luca, esta vez llorando más fuerte. Estuvieron así durante mucho tiempo, por lo menos quince minutos. Luca no pudo evitar llorar mientras la abrazaba. Sentía una sensación nueva, que no había sentido con Giulia en su vida, y que llevaba mucho tiempo sin sentir, con lo cual quizá ya no la reconocía. Una sensación que se podría describir como necesidad infame de proteger a Vera.
Estuvieron media hora en la orilla, donde la primera mitad se estuvieron abrazando y la segunda mitad estuvieron acurrucados frente a la orilla del río, sintiéndolo en sus pies. En ese momento, ella miró hacia él y él la miró, también con los ojos llorosos)
VERA: Deberíamos entrar en casa, se está haciendo tarde…
LUCA: Antes de nada, ¿puedo preguntarte una cosa?
VERA: ¿Si?
LUCA: (Le agarra la mano con fuerza) ¿Quieres pasar la noche conmigo?
VERA: (Le sonríe) Claro que si, Luca…
LUCA: (Le sonríe también, y se levanta, ayudándole a ella a levantarse) Vamos
(Fueron cogidos de la mano hacia la casa.
En cuanto llegaron al porche, él se quedó mirando para ella. Se quedaron callados un rato sin decirse palabra. Luca empezó a estar completamente paralizado mirando para ella, consumido por su belleza. Vera lo miraba, dudosa)
VERA: (Se ríe) ¿Qué te pasa, Luca?
LUCA: No… No puedo parar de mirarte…
VERA: Pues menos mirar y más hacer, ¿no?
LUCA: (Sonríe) Si…
(Luca no pudo resistirse más y la agarró de la cintura y, al momento, la besó. Estuvieron un montón de tiempo besándose en la puerta de la casa. Luca creía estar ascendiendo al cielo. Sentía mariposas en el estómago, pero las sentía de una forma de la cual no las había sentido nunca.
Fabio abrió la puerta en ese momento. Los vio allí y se quedó un rato mirando con mirada pícara)
FABIO: AHEM!
(Los dos terminaron y se quedaron mirando para él, sonrojados. Fabio se rió y decidió bajar por las escaleras de la casa)
FABIO: Bueno, tortolitos, ya veo que os lo estáis pasando muy bien, pero si no os importa, yo me voy a dar un paseo por la playa… (En bajo a Luca) Así me gusta, Luca… ¡Así me gusta!
(Ellos siguieron mirando con cara de shock para Fabio y luego se volvieron a mirar)
LUCA: (Se ríe tímidamente) Vamos para dentro mejor…
VERA: (Se ríe también) Venga, vamos
(Entraron en la casa, cogidos de la mano, y se acurrucaron en el sofá durante la noche)
Comentarios
Publicar un comentario