2 de 6: 5 de Noviembre

Martes. Iba tranquilamente en el autobús escuchando “Good Kid, M.A.A.D City”, de Kendrick. Mi disco favorito de toda la vida junto con Channel Orange y Blonde de Frank. Me sé todas y cada una de las letras de cada canción. Te lo podría rapear todo sin escuchar siquiera la música.


Me bajé y estaban las chicas en la puerta, hablando de no sé qué movidas. Creo que movidas de clase. Pero mierda, espera… Estaban con Lucas.


No quise acoplarme. Como os decía en el anterior capítulo, no podía permitirme pasar mucho tiempo con Lucas o si no acabaría herida. Estar ahí delante con ellos sería matarme a mí misma. Pasé rápidamente delante de ellos, sin decir absolutamente nada.


Total, para qué. Me pillaron in fraganti


-¡Eh, Fátima!-Me gritó María


-Existimos, nena-Añadió Antía.


Giré la cabeza. Lucas se me quedó mirando y me sonrió. Yo me di la vuelta, entrecortada.


-Hola, chicos


Lucas me acarició el hombro cuando me vio. Me mordí el labio, avergonzada por la situación


-¿A dónde ibas con tanta prisa?


-A… ¿Reprografía?-Mostré una sonrisa de inseguridad-A por los apuntes de Bioquímica…


-Íbamos a ir nosotras a por eso justo ahora-Aclaró Aitana


-Ah…


En realidad con ellas iba encantada. El problema era él.


Así que decidí salir de dudas antes de estar incómoda durante un montón de tiempo.


-¿Tú vas?


-No, yo estoy esperando a mis compañeros de tercero de Carrera. Tengo una asignatura de tercero ahora y subiré a clase con ellos.


ALELUYA


Miré para las chicas, esta vez con mejores ánimos.


-Bueno, chicas, entonces… ¿Vamos?


-Si… Claro-Decía María confundida


PUES VENGA VAMOS!


Acto seguido, y con más prisa que nunca, agarré bruscamente el brazo de María. Ella se soltó rápido.


-¡Tía! ¿Por qué tanta prisa por marchar?


-¡Aún queda media hora para entrar a clase!-Aseguró Antía


-¡Pues por eso! ¡Cuanto antes vayamos, mejor!


Sin más dilación, empecé a arrastrar a María, a la par que Aitana y Antía optaron por seguirme


María miró atrás hacia Lucas, aún extrañada ante mi afán de ir lo antes posible a reprografía (desconocía mis motivos)


-Bueno, adiós, Lucas…


-¡Adiós!-Saludó a María y, acto seguido, me miró a mí-¡Fátima! Llámame después


¿Perdón?


Naturalmente, no le dije nada y me quedé parada frente a la puerta de la reprografía con las chicas. Entramos dentro mientras María, Aitana y Antía me miraban con cara pícara.


-¿Qué?


-Así que tú y Lucas


María parecía estar riéndose por dentro


Me puse más roja que un tomate, una manzana y Pablo Iglesias juntos. Ojalá, fue lo que pensé. Miré para el suelo, estando un rato en silencio mientras ellas esperaban una respuesta.


-¿Qué…? Bueno, yo…-Recobré la compostura y miré al frente-¡Pues por supuesto que no! ¿En qué narices estáis pensando?


Antía me miró con una cara de “no te lo crees ni tú”


-A ver, nena, te ha dicho que le llames. Por no mencionar cómo has mirado para abajo cuando María ha sacado el tema.


-¿Estabas huyendo de nosotras porque pretendías escapar de él?-Preguntó Aitana


Calada. A ver cómo coño les iba ahora a contar la verdad.


Sonreí de forma muy natural e inocente. Era muy difícil que pudiese comportarme así. Madre mía, pero qué me estaba pasando. No me reconocía a mí misma. Pero pensar en él me transformaba en otra persona más frágil.


-A ver, chicas, veréis, yo realmente pues…-Hasta me estaba tocando el pelo, que asco me estaba dando a mí misma


-Pasó algo…-María me miraba de brazos cruzados.


Tragué saliva. La situación era muy muy incómoda. Las miradas sugestivas de mis amigas me hacían sentir vulnerable. No me gustaba que me forzasen a hablar sobre mis sentimientos. Me lo habían hecho incontables veces en el colegio, cuando en 1 de la ESO me gustaba cualquier chico y se enteraban, aunque en realidad me gustaba sólo porque lo vi dos minutos y me pareció Brad Pitt en persona y me creía que me iba a pasar como a Ariel en La Sirenita y en tres días iba a conquistarlo a cambio de mi voz o algo.


Pero bueno, dentro de lo que cabe, eran mis amigas. No eran tres Karens de turno que me iban a poner buena cara pero luego iban a descubrir que era una perdedora y a hacerme daño. Así que en cierto modo confiaba en ellas. Les miré a los ojos y hablé


-Vale. Sí


-NO TE CREO-Gritaron las tres al unísono


-No, chicas, dejadme acabar…


Se pusieron a chillar como descosidas y ni siquiera me dejaron terminar. Las tuve que mandar callar


-A ver, chicas, calmaos…


-¿CÓMO QUE NOS CALMEMOS?-Antía casi pareciera que acabara de ver el final de Yuri On Ice. Hija, que la que según tú se lió con Lucas soy yo, no tú, no te lo tomes tan enserio -My god, Fátima, CUÉNTANOS YA QUE PASÓ


-Mira, entre nosotros como tal no pasó nada


-Pero si dijiste hace un rato que sí- Aitana pensaba que estaba bromeando en ese momento


-Porque a mí SÍ que me pasa algo con él


Volvieron a pegar otro chillido estridente


-CHICAS, por dios, escuchadme…


Antía se me echó encima a sacudirme, mientras yo seguía en estado de shock.


-¡QUE FUERTE, FÁTIMA! ¿Lo sabe?


-¡DÍSELO YA, TÍA!-Chillaba Aitana saltando


-No, no, no, no. Ni por asomo. Veréis, él está con una chica… Que es mi enemiga


-Espera, ¿tiene novia?-María miró a Aitana sorprendida-Yo no lo sabía, ¿tú lo sabías, tía?


-Bro, desde luego que no.


-Eso es porque no es su novia formal. Es una chica con la que se acuesta


-Pero has dicho que está con ella-Dijo Antía arqueando una ceja


-¡NO ENSERIO! ¿Vale?-Tomé aire y decidí continuar. Estas tías me iban a volver loca- Veréis, yo me di cuenta de que tenía sentimientos por él el jueves en una fiesta de Halloween. Y él se está liando con una chica que era mi enemiga en el instituto y que lo sigue siendo… Y por si no fuera poco…


-¿Qué más?-Preguntó María.


-Yo la he perdido con su amigo


Se miraron. No gritaban. No se reían. Se veía que eran incapaces de entender la situación. Y no las culpo. Ni yo misma la entendía


-¿Me explicas cómo te enteras de que te mola Lucas la misma noche en la que te lías con su amigo?-En este momento, Antía pareciera que se estaba intentando aguantar la risa.


-Veréis, no estaba entre mis planes acostarme con él. Yo sólo sé que estaba lloriqueando porque Lucas se liaba con la otra chica y luego el otro me invitó a varios cubatas y con los cubatas yo perdí la noción del tiempo. No recordé nada de ese momento porque fue después de beber todas las copas.


-O sea, que te liaste con su amigo borracha- María parecía también estar a punto de reírse.


-¡Sí! Ya sé que no tiene ningún sentido. Ni siquiera lo tiene para mí. Pero mirad. Los sentimientos que tengo por Lucas no los he tenido nunca por nadie en mucho tiempo


-OOOOOH QUE BONITO…-Las tres volvieron a mostrar un aura de felicidad


-No, no, a mí no me hace gracia. Me han hecho mucho daño en el pasado. Esta vez creo que saldré más herida.


-Tía, él no tiene intenciones de hacerte daño.-Dijo Antía- O por lo menos no parece que las tenga.


-¿Vosotras creéis?


-Fátima, por dios, si Lucas te adora…


¿Qué? ¿Como que… me adora? Eso fue lo que me pregunté cuando María soltó esas palabras de su boca.


-No sé en qué os basáis para decir eso…


-Vamos a ver-Aclaró Aitana- No sé a quién de nosotras, o incluso de los chicos, le presta más atención


-Más bien, no sé a quién decidió invitar a casa y presentar a sus amigos.-Antía se puso de brazos cruzados


-O a quién eligió para trabajar con él en el trabajo.-Aseguró María


-Pero… Eso será porque no tendría con quien ir del grupo… Os habíais reunido todos


-Tía, cuando Calixto mencionó el trabajo yo estaba al lado de él. Y lo primero que hizo fue mirar atrás hacia ti. Creo que siempre le interesaste de alguna forma.


Aitana me aclaró esto ya que ella había oído del trabajo justo antes de marcharse.


Espera… ¿Tendrían razón? Quizá sí. Pero era incapaz de comprender… Si él se interesó por mí de alguna forma, ¿por qué se seguía liando con Karen? ¿Por qué se alegraría tanto de que me tirara a su compañero de piso?


Pero lo que más raro me parecía era, ¿por qué estaba tan interesado en ser mi amigo? Nadie lo había estado antes. Nadie me había considerado tan interesante sin tan siquiera conocerme. Sin embargo… Lucas lo hacía. No sé en qué forma. Era confuso adivinarlo. Pero yo le interesaba a alguien hasta el punto de querer acercarse a mí. Estaba empezando a preguntarme si realmente Lucas sería capaz de hacerme daño como yo me temía.


Tragué saliva y miré a la cara a las chicas


-¿Creéis que debería decírselo?


-No sé cuál será su respuesta…-La voz de Antía empezó a calmarse- Pero quizás debas intentarlo.


-Lo dicho antes, Fátima.-Aseguró María, con dulzura en su tonalidad en la voz.-Te adora. Será incapaz de hacerte daño si te dice que no.


Se notaba que todo lo que ellas me decían iba completamente en serio, y eso me inspiraba al menos un cinco por ciento de confianza.


Igualmente, tomar el paso de confesarse era un riesgo bastante grande para mí. No estaba dispuesta a llegar tan lejos. Por muy poco daño que me hicieran. Aunque él no pretendiese hacerme daño, yo me lo terminaría haciendo a mí misma sólo por el hecho de confesarme y recibir un rechazo posterior.


No les quise hacer caso. No se me pasaría jamás tal cosa por la cabeza. Al menos no en ese preciso instante. Me limité a mirar al mostrador de la reprografía, sin articular palabra.

Comentarios

Entradas populares de este blog

EL BOTO: CAPÍTULO 9

INTRODUCCIÓN

POR DEBAJO DE LOS FOCOS: CAPÍTULO 4