27 de Septiembre: Parte 6 de 6

Era la última semana de Septiembre. Teníamos las clases pequeñas de Geología con Calixto.


Estaba con María, Antía y Aitana esperando en la puerta. Ellas estaban escuchando música aunque yo tuviera una cara de aburrimiento de la hostia.


-A ver, Antía, te lo digo por última vez.-María estaba de brazos cruzados y con un semblante de indignación- No puedes preferir Auryn a One Direction. ¿No te das cuenta de qué se copian?


Entendéis ahora mi aburrimiento. Auryn contra One Direction, la pelea por excelencia del año 2013. Sinceramente, esas peleas fue lo que me hizo desconectarme del pop mainstream y centrarme en otros géneros musicales como el rap o el indie. Imaginaos el daño que puede hacer Twitter para que le acabes cogiendo ascos a un género musical. Es que día a día lo mismo, macho. Que bueno, no era sólo culpa de Twitter, si no también de Sabela. Ella pro One Direction, Harry Styles su estilo de vida, nunca mejor dicho.


Antía se reía mientras la miraba con una ceja alzada.


-A ver, ellos intentaron ir a Eurovisión, al festival con más prestigio de todo el universo entero, en 2011, cuando NADIE conocía a One Direction. One Direction sólo llevan un año siendo relevantes. Auryn, dos. JA. ¿Quién es el irrelevante ahora?


-Pero 1D tienen más números 1 que Auryn, Auryn los sacas de España y nadie se enteran de que existen


-NO HACE FALTA TENER ÉXITO INTERNACIONAL PARA SER MEJOR QUE ALGUIEN.


Please, make it stop. A este paso se pegan.


Aitana estaba desconectada de la conversación, casi tan perdida como yo. De hecho, resopló después del comentario de Antía


-Vosotras aquí peleando por One Direction y Auryn, y luego estoy yo que tengo a Justin Bieber y a Taylor Swift como modo de vida.


María le miró con las cejas arqueadas.


-Pero si tuvieras que escuchar un disco por el resto de tu vida de One Direction o de Auryn, ¿a quién elegirías?


-Naturalmente a 1D. Su música se aproxima mucho a la de Justin


-JA. ¿Necesitas más argumentos congruentes, Antía?-Se burló María con sus ojos completamente abiertos


Antía puso los ojos en blanco y, acto seguido, me miró a mí


-¿Y tú, Fátima? ¿A quién tienes de referente musical?


-A Frank Ocean, Kendrick Lamar, Asap Rocky…


Me miraron como si fuera marciana.


Y esto, señores, es lo mucho que ignora España el R&B, hip-hop y cualquier género que tenga que ver con negros.


Me quedé un rato callada analizando sus miradas. Suspiré y arqueé una ceja


-Y a Beyoncé y a Rihanna


-AAAAH VALE VALE-Gritaron al unísono


-Soy rara, lo sé


Giraron la cabeza dudando de quién narices estaría hablando antes. Nos quedamos un rato calladas, hasta que María levantó las comisuras de sus labios mientras miraba al fondo.


-Bueno, chicas, ahora viene un hombre mucho más guapo que Zayn Malik, Carlos Marco y Justin Bieber juntos.


-Encima eres de Zayn, lo que faltaba…-Antía se cruzó de brazos


-¡CALLA Y MIRA, QUE VIENE LUCAS!


-AH, ME MUERO-Chilló Antía mientras miraba al mismo punto que María


Si, el hombre que venía era Lucas. Y ellas, naturalmente, seguían chorreando con él.


Yo puse cara de asco en cuanto lo vi acercarse. Juro por dios que no lo podía ver delante. Él se acercó a nosotras y sonrió


-Chicas, ¿cómo están?-Me analizó con la mirada acto seguido, bajando su sonrisa-Fátima…


¿PERO CÓMO COÑO NOTÓ QUE ESTABA MIRÁNDOLE CON CARA DE ASCO?


De verdad, este señor tenía un don.


Bueno, después de un rato hablando con él, vimos al profesor entrar en clase, con lo cual nosotros fuimos detrás de él. Un clásico. No habían cambiado mucho con respecto al instituto esas cosas, pensé en ese momento.


Yo estaba sentada en última fila mientras escuchaba al profesor con aburrimiento. Aunque lo amaba como profesor, pues los viernes como que nunca apetece hacer nada, y mucho menos estar en clase. Sumando a que eran las 9 de la mañana y yo hasta las 10 no soy persona.


-Bueno, os voy a ir hablando del trabajo tutelado de esta asignatura, que desde luego tendréis durante este primer cuatrimestre.


No sabía qué era un trabajo tutelado en ese instante. Pero me tenía buena pinta. En cuatro años de carrera, naturalmente, terminé odiándolos todos.


-Vais a hacer un documento, de un mínimo de 8 páginas y un máximo de 15, sobre los efectos geológicos que más están afectando en el cambio climático actualmente. Se deberá entregar el día antes del examen. El trabajo será por PAREJAS. Ni os pongáis de 3 ni nada de tú solito. Pa-re-jas.


¿Parejas? ¿Y a quién le pregunto?


Cuando oí lo de las parejas, ya vi a María y a Antía chocarse las manos, lo cual se interpretó como un “vamos juntas”. Eran súper besties, era evidente que iban a ir juntas. Si fuera de tres, yo iría con ellas. Una amistad de tres en la que siempre hay un último mono, y esa soy yo. Cómo no.


-Quiero a todos los grupos formados para este miércoles. Mandadme un correo por Zimbra antes del miércoles a medianoche para decirme cuáles serán las parejas. Puede ser cualquiera del par, sólo necesito los grupos.


Desconecté de la clase en ese instante para estar pensando, durante todo lo que quedaba de clase, con quién iría. Maldita sea, grupos de tres no, es que era para matarlo.


Me quedé pensando en Miguel y Víctor. Ah no. Ellos irían juntos, naturalmente.


Después, pensé en Aitana.


Sí, Aitana era una buena opción. A ver, no me llevaba con ella como me llevaba con María y con Antía, pero me llevaba con ella. Pero claro, el único problema es que ella tenía un grupo de amigas aparte. Sin embargo, eran 4 amigas. Con ella, eran 5. Quizá esas 4 se hayan juntado en dos y ella no tuviera preferencia por ninguna. Como yo. Dos últimos monos. Esto sería perfecto para estrechar lazos con ella. Si, sería ella, sin duda.


Desafortunadamente, ella se fue en mitad de la clase porque tenía que ir al médico. Pero bueno, para algo tenemos el WhatsApp. Sí, sin duda le hablaría por ahí y se lo propondría.


Salimos de la clase. Más aburrida y no nace. Miré a todos hablando y diciendo “¿Vas conmigo?” “¿Tienes pareja?” “¿Vamos junt@s?”, etc. Nadie se acercaba a mí. Pero bueno, yo le hablaría a Aitana. Así que no lo pensé dos veces y saqué el móvil. Cuando estaba a punto de abrir su contacto, noté una figura cerca de mí. Ese imbécil otra vez, como no.


No me molesté siquiera en girar la cabeza.


-Amigo, que corra un poco el aire, ¿no?


Se dio la vuelta y se puso enfrente de mí


-¿Cómo has sabido que era yo?


-¿Porque eres el único que tiene cero respeto por mi espacio privado, quizás?


-Quiero entender por qué no te agrado


-Hombre, si te pones así de pesado conmigo me pones las cosas muy difíciles para siquiera caerme bien


Sin pronunciar palabra, di media vuelta y marché.


Creí que lo esquivaría. Los dos mejores milisegundos de mi vida. No tardé en darme cuenta de que él iba detrás de mí. Que PESADO.


-Pero si te caigo mal desde que me conociste. Está claro que te transmito malas vibraciones y quiero demostrarte lo contrario.


Yo por mi parte bajaba las escaleras dando fuertes golpes con mis taconazos, sin mirarle a la cara.


-Ya, pero no hace falta que insistas, no le puedes caer bien a todo el mundo, chico, no eres el centro.


-No entiendes cuál es mi preocupación… No te hice nada y tú me odias, ¿entiendes el problema?


Mira, niño, me tienes cansada ya, ¿eh?


Me giré, enfadada, y lo miré con el ceño fruncido


-Cariño, tú sabes que por muy amable y extrovertido que te muestres, siempre hay gente que te va a rechazar, ¿no? Hay gente que no soporta a la peña extrovertida como tú, y yo soy una de esas personas


Me di la vuelta otra vez y me fui por la puerta de la facultad. Y él me seguía siguiendo. Y aquí incluimos el vídeo meme de Gran Hermano Vip que Sabela me pone siempre en WhatsApp cuando se queja de alguien pesado: “No para, no para, no para…”


Me fui a la parada porque de alguna forma tenía que volver a casa. Me puse música de Imagine Dragons para alejarme del mundo. Cómo no, los cascos te alejaban del mundo, y más con la música de Imagine Dragons, que es una burbuja. Él estaba en la parada, con cara de asco. Suspiré de alivio sabiendo que no me molestaría más.


O eso creía. Se sentó a mi lado cuando me monté en el bus. Resoplé con fuerza. Me iba a explotar una arteria en ese instante, estaba convencida.


-¿Qué quieres ahora?


-Escucha, te quería preguntar una cosa.


-Pregunta, y luego te piras.


-¿Quieres ir conmigo en el trabajo de Geología?


QUE.


Mira, debería haberme dado igual. Pero no. No me dio igual. En absoluto.


Alguien, ALGUIEN, estaba interesado en ir conmigo en el trabajo. Pero qué cosas digo. ALGUIEN estaba interesado en mí.


En Primaria, me elegían de última en los grupos de gimnasia y me quedaba en el que tenía menos gente. En primero de Primaria (Sabela llegó a mi vida en segundo), en un trabajo grupal de Coñecemento, tuve que ir con el otro marginado de la clase porque nadie nos preguntaba nada de si queríamos ir con ellos. De hecho, cuchicheaban a mis espaldas que me iba a quedar más sola que la una.


Nunca nadie estuvo interesado en mí en trabajos. Sólo Sabela. Y al final éramos las dos unas marginadas. Con lo cual, esto para mí era una sorpresa bastante grande.


No sabía qué contestarle. Me quedé meditando un buen rato mirando a la ventana


-¿Qué? ¿Qué me dices?


Lo miré, preguntándome si estaba haciendo lo correcto.


-Está bien. Voy contigo.


-Ah… No esperaba que fueras a decir que sí.


-Siendo tú, no lo diría. Pero yo también necesito pareja


Él sonrió. Me sorprendió mucho. Parecía muy contento de estar en el trabajo conmigo.


-Voy a conseguir caerte bien gracias a esto-Dijo, bajando sus cejas con la misma sonrisa.


No le dije nada. Había ganado muchísimos puntos con ese interés por mí por ir con él en el trabajo. Pero claro, tenía bastante miedo. No sabía si se iría de amigo y me trataría igual que Xoel me trató siempre o realmente tenía intenciones verdaderas de que fuéramos amigos.


Al llegar a casa, estuve un buen rato cuestionándome si había hecho lo correcto. Una parte de mí me decía que sí, que era una gran oportunidad de hacer amistad con alguien más. La otra, que estaba cometiendo un error y que iba a salir muy herida y mal parada. No sabía a qué hacer caso. Pero el sí ya lo tenía. No había vuelta atrás. Ahora tenía que abstenerme a las consecuencias… Sabe dios qué consecuencias.


El mes de Septiembre se ha terminado... ¡Pronto vamos con Octubre! 

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